Ez Abde, futbolista del Real Betis, con gol y asistencia, y Soufiane Rahimi, del Al-Ain, con un doblete, guiaron a Marruecos a conseguir la primera medalla de bronce de su historia en el torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos, tras golear 0-6 a Egipto. Un hito en el fútbol marroquí, que en los últimos años está gozando de grandes éxitos en el mundo del fútbol.
Marruecos tiró de pegada para acabar con las opciones de Egipto, dos selecciones que ya se enfrentaron en la final del último torneo africano sub-23, también con victoria para los Leones del Atlas.
Y lo hizo al comienzo de la mano de Ez Abde. Desde el extremo izquierdo fue un factor diferencial de Marruecos. Primero con un gran gol en el minuto 23, en un disparo dentro del área directo a la escuadra, y tres minutos después asistiendo a un Soufiane Rahimi que hizo historia.
Un Rahimi que pudo aumentar su cuenta particular, pero tuvo que esperar a la segunda parte y después de que, en el minuto 51, Bilal El Khannouss, futbolista diferencial para los Leones del Atlas y que se perdió la semifinal contra España por sanción, anotase el 0-3 con un disparo pegado al palo con el que culminó una conducción en la frontal del área.
Y ya en el 64, Rahimi siguió haciendo historia. Anotó su octavo gol en el torneo olímpico, igualando el récord, desde que es una competición sub-23, que tenía el argentino Carlos Tévez en Atenas 2004.
Además, tuvo tiempo para asistir en el quinto tanto de Marruecos, en el que el delantero dio un pase atrás a un Akram Nakach que definió a puerta vacía en el minuto 73 para hacer el 0-5.
Ya con el partido visto para sentencia, Achraf Hakimi firmó uno de los goles del torneo, con un disparo directo de falta a una escuadra en el minuto 86 para hacer el 0-6, la mayor goleada de la competición masculina de los Juegos Olímpicos de París 2024.
El marroquí Soufiane Rahimi marcó contra Egipto (doblete) en el partido por el tercer puesto y se convirtió en el primer futbolista del torneo olímpico de fútbol capaz de anotar en seis encuentros de forma consecutiva. Ocho tantos en tan solo seis encuentros, algo que hasta ahora no se había visto. Marcando en todos y haciendo historia en unos Juegos Olímpicos.