Carlos Alcaraz sigue muy vivo en París. Sufriendo en el segundo set, con dudas después de tener que ser atendido en el vestuario y ante un Tallon Griekspoor que vendió muy cara su piel, el tenista español superó la segunda ronda (6-1 y 7-6(3)) y ahora se cruzará en octavos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024 con un rival al que no esperaba: Roman Safiullin.
Igual que no esperaba a Griekspoor y sí al lesionado Norrie en segunda ronda, o que no se encontrará con el también retirado De Miñaur en cuartos, en tercera ronda, de llegar, Carlos Alcaraz preveía enfrentarse al argentino Etcheverri o al chileno Tabilo. Ninguno de los dos estará ahí y sí uno de los 15 deportistas rusos que participan sin bandera en estos Juegos Olímpicos. Un Roman Safiullin que ya le ganó a Carlos Alcaraz en París el pasado año, en el único enfrentamiento entre ambos, aunque aquella vez fue bajo techo y en pista rápida, y esta vez en tierra batida.
Ante Griekspoor se vieron dos partidos diferentes. Uno, en el primer set, que fue un paseo para el murciano y que éste se apuntó en poco más de media hora. Y un segundo en el que sufrió y hasta tuvo una bola de set en contra antes de resolverlo en el 'tie break'.
El tenista de Haarlen vio muy pronto cómo su plan hacía aguas. Su idea de acabar pronto los puntos y mostrarse agresivo se topó con un sólido Alcaraz, que apenas daba opciones con su saque y que, en cambio, se llevaba los puntos cada vez que había un intercambio largo.
Tan sólo en el tercer juego, con 2-0 para el español, tuvo alguna opción. Pero, como tantas veces hizo Alcaraz a lo largo del partido, lo solucionó con el saque. Con el 5-1 bajó los brazos y se aprestó a cambiar de estrategia en el segundo set.
Y bien que lo hizo, porque, en principio, ya logró sacar adelante sus sasques sin dar opción a su rival. Y una cosa llevó a la otra. Eso dio confianza a Griekspoor, que seguía sufriendo, pero ya metía más primeros, se iba con soltura a la red y, de vez en cuando, hacía dudar a Alcaraz.#[relacionada;multiple;[proveedor:0;id:459532,459546]]
El tenista español, al menos, apenas veía peligrar su saque en un partido en el que estuvo muy sólido en ese apartado. Sin embargo, no encontrar soluciones a la contra le hizo dudar, arriesgar y cometer errores. Por si fuera poco, en el octavo juego, el murciano pidió la asistencia médica, lo que hizo temer una lesión. Le atenderían con 4-5 en contra y con la necesidad de sacar para aguantar en el set.
Ahí llegó la gran oportunidad de Griekspoor, una bola de set que Alcaraz salvó con una volea magistral y cerró el juego con una tranquilidad impropia de lo que se estaba jugando. Ni siquiera eso cambió el panorama y el set se dedició en una 'muerte súbita' en la que, tras un intercambio de 'minibreaks', salió el mejor Alcaraz, puso la directa y cerró el partido.