París 2024

Así ha sido la despedida entre lágrimas de Carolina Marín de los Juegos Olímpicos

Sólo una lesión ha podido alejar a Carolina Marín de las medallas olímpicas en París 2024. Así ha sido su cruel despedida

Así ha sido la despedida entre lágrimas de Carolina Marín de los Juegos Olímpicos
Carolina Marín dice adiós a París - Cordon press
Marta SánchezMarta Sánchez 5 min lectura

Una de las mejores deportistas españolas, Carolina Marín, deja helados a toda España y a los aficionados de los Juegos Olímpicos, tras despedirse de París de la manera más cruel posible. Una lesión en su rodilla derecha le obliga a retirarse del partido y a decir adiós a París, cuando estaba a un paso de disputar la final. Pese a que no se puede sacar nada positivo, es en estos malos momentos cuando se reconoce a los grandes deportistas, y el público presente en París ha dejado claro que la onubense es una de las mejores atletas españolas, que se ha ganado el respeto y cariño de la audiencia.

La mala suerte se ceba con Carolina Marín

Mientras estaba disputando el partido de la semifinal contra He Bing Jiao, un partido que tenía controlado y con la final encarrilada, un mal movimiento a la hora de anotar un nuevo punto fue su mayor rival en esta competición. La española caía al suelo entre gritos de dolor, algo que asustó a todo el público, con visibles caras de sorpresa y miedo por el estado de la deportista. Con todo el país y los aficionados al bádminton deseando que todo fuera un susto, Carolina se levantaba, con muy mala cara eso sí, para intentar seguir el partido. Estaba a sólo 11 puntos de la victoria y el pase a la final, por lo que la onubense no se quería rendir y estaba dispuesta a continuar el duelo con una rodillera. Esto lo aplaudió todo el Chapelle Arena, en un intento de mostrar su ánimo y admiración a la atleta.

Sin embargo, después de perder los dos únicos puntos disputados debido a que no se podía mover, Carolina se tiró al suelo y rompió en un desconsolado llanto, fruto del dolor y la frustración al darse cuenta de que otra lesión le iba a impedir revalidar el título de campeona olímpica que ya consiguió en Río 2016. En la edición de Tokio 2021 no pudo ni participar por una lesión en el ligamento cruzado y los meniscos de su rodilla izquierda. Por eso llegaba a París con mucha fuerza para demostrar todo lo que en la anterior edición no pudo, pero la mala suerte la vuelve a golpear.

Carolina Marín se despedía de París por su propio pie, pese a que le ofrecieron una silla de ruedas para no forzar más, mientras todo el público le aplaudía en pie en una larga ovación y sufría con ella. Un gesto que confirma que la andaluza no tiene que demostrar nada a nadie, todos los amantes del deporte la admiran por su fortaleza y talento, y así se ha comprobado en este momento tan duro.

La competición de Carolina Marín en París 2024

Esta lesión ha dejado sin palabras a toda España, que siente el llanto de uno de los mejores nombres del Bádminton a nivel mundial como propio. Carolina Marín estaba haciendo un torneo excepcional, en el que era más que posible que se colgara el oro, aunque hoy hubiera asegurado como mínimo la plata. La de Isla Cristina ha pasado por encima a casi todas sus rivales, aunque también ha sabido sufrir para avanzar de ronda en la competición más exigente y prestigiosa a nivel mundial. Su partido más complicado fue contra la estadounidense Zhang, en un duelo muy ajustado. Sin embargo la española nunca perdió la concentración y fue capaz de remontar un marcador adverso para clasificarse a los cuartos de final.

Tanto el choque de cuartos, contra la japonesa Ohori, como el encuentro de semifinales contra He Binj Jiao han sido una exhibición. Qué manera de demostrar cómo se compite, luchando cada punto y una mentalidad y actitud que también conseguían puntos. Por eso duele tanto la despedida de Carolina de la forma más cruel posible. Cuando ya acariciaba las medallas y a un nivel estelar, otra lesión le vuelve a privar de seguir ampliando su palmarés olímpico. De todas formas, ahora lo importante es conocer el alcance de la lesión y esperar que no sea nada.