José Antonio Rivero
Unai Emery dejó al Villarreal CF en una situación más que delicada cuando a finales del pasado mes de octubre el Aston Villa pagó su cláusula para llevárselo a la Premier League. La apuesta del 'submarino amarillo' para sustituirle fue Quique Setién, una decisión muy arriesgada y de poco sentido, tal y como se está viendo.
La propuesta de Setién es difícilmente válida en el fútbol actual, más aún en la élite, con un juego muy previsible y frágil, al que se le puede contrarrestar muy fácilmente. Además, el fichaje de Setién por el Villarreal sorprendió hasta al propio entrenador, quien pidió tiempo a los jugadores porque estaba "oxidado" y "fuera de este mundo".
Desde su llegada, el técnico cántabro no ha mostrado esa ilusión de comenzar un proyecto nuevo, un nuevo trabajo, más bien ha dado la sensación de estar sobrepasado. Lógicamente, a todo esto se suman los resultados negativos, ya que Setién acumula el peor arranque de un entrenador en el banquillo del Villarreal desde la llegada de la familia Roig al club, hace 25 años.
El estilo de juego de Setién es de los que más tiempo necesita para que funcione, teniendo una adaptación muy complicada, y si algo no tiene el Villarreal es tiempo, puesto que lo primero para reponerse del golpe provocado por la marcha de Emery deben ser los resultados, más aún con el gran parón ocasionado por el Mundial de Qatar.
Los aficionados del Villarreal ya han cantado lo de "¡Quique, vete ya!", mientras que los jugadores del conjunto amarillo no están muy contentos con el nuevo míster, con quien no han congeniado muy bien.
"Hemos debatido, vamos a ver, ahora mismo está claro que si planteas algo diferente se necesita trabajar y es normal que haya dudas. Es mejor con buenos resultados y con malos la confianza se rebaja. Las cosas las tengo claras, yo las tengo muy claras y trabajo para que los jugadores mejoren y tengan confianza. Yo no me pongo nervioso por esta racha, esto pasa a todos los equipos y más con la llegada de un nuevo entrenador", dijo Setién recientemente sobre una reunión de dos horas y media mantenida con la plantilla.
Mención especial merece también la gestión del Villarreal en todo este asunto, puesto que el club valenciano ya sabía a quien traía, un técnico con el que la paciencia debe de ser la mayor herramienta de trabajo.
"Yo no tengo una varita mágica", aseguró el cántabro hace bien poco en rueda de prensa, quien firmó por lo que resta de temporada y una más. Con 64 años, el fracaso en el FC Barcelona y lo que está ocurriendo en el Villarreal, parece complicado que Setién siga en el conjunto amarillo o que le surja un nuevo proyecto, por lo que cada vez tiene más cerca su jubilación.