Ya es oficial. Marcelino García Toral será el nuevo entrenador del Villarreal CF desde ya como sustituto de Pacheta en el banquillo. El técnico asturiano se encuentraba esta misma mañana en la ciudad deportiva del conjunto amarillo acabando de perfilar su nuevo contrato. Firma para lo que resta de temporada y dos años más al frente del conjunto groguet, hasta 2026. Su presentación estará reservada para mañana martes a las 13:30.
El propio Marcelino fue cazado por las cámaras de Gol entrando en las instalaciones de la ciudad deportiva del Villarreal CF junto a su preparador físico, instantes antes de sentarse cara a cara con los rectores del Villarreal para acabar de dar forma a su nuevo contrato, en el cual, en principio, la segunda de las dos temporadas que firmará junto al resto de la actual no estará condicioanda por objetivos, como era la intención inicial del club.
Marcelino García Toral, que pasó tres años y medio en Villarreal entre enero de 2013 y junio de 2016, vuelve ahora al banquillo de La Cerámica para tratar de solucionar el desastroso inicio de temporada de los amarillos con Quique Setién, primero, y Pacheta, después, en el banquillo. Para acabar de aceptar la oferta de Fernando Roig ha puesto varias condiciones; prácticamente las mismas que pidió al Sevilla FC cuando semanas atrás se dirigió a él como recambio de Mendilibar, llegando finalmente Diego Alonso. Nada más y nada menos que un proyecto a largo plazo, de ahí los dos años y medio de contrato, a razón de un sueldo de siete millones de euros.
Entre las peticiones deportivas, Cope también informa de que Marcelino habría solicitado refuerzos muy claros en dos posiciones, la de central y la de mediocentro. A esto habría que sumar también su staff técnico, formado por cinco personas de máxima confianza. Unas peticiones que, en todo caso, han sido aceptadas por la planta noble del Villarreal a cambio de que el técnico asturiano sea capaz de acabar la temporada en puestos con derecho a luchar por Europa, lo que sería la prioridad del Villarreal CF una vez que se consiga amarrar la salvación cuanto antes, la cual hoy por hoy está en peligro de seguir en la misma dinámica que hasta el momento.
Marcelino comenzó la temporada en el Olympique de Marsella, pero acabó marchándose de Francia tras cinco jornadas disputadas después de un problemas con los aficionados más radicales del club y el presidente, el español Pablo Longoria. Una situación de máxima tensión que le empujó a marcharse, quedando libre para poder dirigir en España y en cualquier otra liga.