La era de Pacheta en el Villarreal ha comenzando con más sombras que luces. Tras la destitución de Quique Setién, el ex del Valladolid fue el ganador de un largo casting en el que sonaron nombres como los de Raúl González, Quique Sánchez Flores o Julen Lopetegui. Pero, de momento, el nuevo técnico amarillo no ha conseguido dar con la tecla para cambiar el rumbo del conjunto castellonense.
Su debut en LaLiga EA Sports, ante el Almería, fue victorioso, si bien el triunfo final por 2-1 llegó con un tanto sobre la bocina merced a un gol de Sorloth, después de un partido más bien pobre tanto en defensa como en ataque, con un dominio estéril que apenas se tradujo en verdadero peligro. Pero la imagen fue mucho peor en su segundo asalto, cayendo por 2-0 ante el Panathinaikos en el estreno en la fase de grupos de la Europa League.
En seis partidos oficiales, por tanto, el Villarreal suma ya cuatro derrotas. Y el gran problema, heredado de la etapa de Setién en el banquillo, reside en la fragilidad defensiva de un equipo que ha encajado ya 12 goles 6 encuentros. Es decir, una media de dos goles recibidos por partido, lo que supone el peor registro defensivo del cuadro amarillo desde que ascendió a Primera división.
Estos números hacen que muchos en La Cerámica echan ya de menos a Pau Torres, traspasado al Aston Villa, a lo que suman los problemas físicos sufridos en este arranque por algunos hombres de la retaguardia, como es el caso de Alberto Moreno en el lateral izquierdo o los centrales Mandi, Cuenca o Raúl Albiol, además de la sanción de dos partidos de Pedraza en Liga, lo que propició el debut ante el Almería del canterano Carlos Romero.
Además, esa fragilidad defensiva no se compensa con un gran poderío ofensivo, pues que la media de tantos anotados es de 1,3 por partido, de ahí el pobre rendimiento hasta la fecha de un Villarreal llamado a pelear en el campeonato liguero por las plazas que dan acceso a la UEFA Champions League.
Pacheta exige mayor dureza
“No podemos ser blandos, el fútbol te obliga al choque y a ser duros. Tenemos que ser más duros”, reconocía Pacheta tras el partido ante el Panathinaikos, exigiendo a los suyos una mayor actitud defensiva más allá de los cambios tácticos que ha podido introducir. De hecho, el técnico burgalés ha pasado a jugar con un doble pivote en el centro del campo para tratar de darle más consistencia a su equipo. Pero, de momento, no encuentra la fórmula para poner fin a este problema, con registros ya históricos, heredado de la etapa de Setién.