Álvaro Palomo3 min lecturaEl Valencia visita mañana sábado al Girona en Montilivi y tendrá como rival a una pieza básica del colíder que la mayoría de valencianistas ni siquiera sabrán que se formó durante dos temporadas en los escalafones inferiores che y que, por ende, lleva el sello de Paterna.
Hace muchos años que ocurrió, pero seguro que a Paulo Gazzaniga no se le olvida que formó parte de la cantera blanquinegra y fue un paso más en una larga carrera que, a sus 31 años, le ha situado como futbolista indispensable del equipo que está poniendo en jaque a proyectos multimillonarios como los de Real Madrid, Barcelona o Atlético de Madrid.
Así las cosas, el meta oriundo de Murphy aterrizó en la Ciudad Deportiva de Paterna con solo 15 años y defendió el escudo del Valencia durante dos temporadas en las que dejó un buen recuerdo aunque no terminó de asentarse, para finalmente marcharse libre a un conjunto inglés de segunda línea como el Gillingham.
Paterna y Mestalla acogieron la primera experiencia en España del argentino, que, más adelante, más concretamente en la 16/17, pasó como cedido por el Rayo Vallecano. Su siguiente parada en el fútbol patrio fue el Elche (2021), también en condición de cedido. No ha sido hasta este verano cuando ya se ha desvinculado de los clubes ingleses para firmar por el Girona tras una temporada a préstamo.
Gazzaniga dio el salto a la titularidad en la jornada 11 de la 22/23 y, a partir de ahí, ya no la ha soltado, hasta el extremo de erigirse en todo un valladar para Míchel, que, básicamente, confió en él desde el principio. Así, disputó un total de 28 encuentros y encajó 37 goles, firmando grandes actuaciones que le valieron para que en la pasada ventana de transferencias estival el Girona se hiciera con sus servicios de forma definitiva.
Y este curso ha mejorado si cabe sus prestaciones, pues lo ha jugado absolutamente todo y solo ha encajado 17 goles en 14 partidos, rayando nuevamente a un gran nivel. Este sábado se enfrentará a un pasado lejano pero, al fin y al cabo pasado, convertido en unos de los baluartes del equipo de moda del fútbol español y como un portero más que consegrado tras un rosario de cesiones. Las vueltas que da el fútbol y la vida en general. En el Valencia siempre podrán decir que el argentino tiene algo de che.