"Pedimos tiempo". Eso es lo que necesita el Valencia CF para poder volver a ser un club grande que luche por estar cada año en Europa y aspirar a ganar títulos. La entidad blanquinegra está aún en un dificultoso proceso de reajuste económico, reduciendo gastos, buscando ingresos y sentando las bases de un nuevo modelo que implica sacrificios y alguna que otra decepción. En este sentido, Miguel Ángel Corona entiende que la afición che esté molesta con un mercado invernal de fichajes en el que la directiva no le ha dado el impulso que requería una plantilla demasiado joven que está haciendo las cosas muy bien y a la que muchos veían capaz de luchar por Europa si le daban armas a Rubén Baraja. Sin embargo, el equipo apenas ha sido reforzado en enero.
Sólo ha llegado Peter Federico y se ha marchado gratis Gabriel Paulista, además del traspaso del cedido Koba Koindredi. El tenso 'caso Rafa Mir' fue una traca que aumentó la sensación de decepción del valencianismo y los reproches cruzados con el Sevilla FC elevaron la crispación hasta el punto de que el director deportivo ha recibido vídeos con amenazas de ultras y ha tenido que escuchar insultos. 'Florero', por su supuesto rol intrascendente ante Meriton, es lo menos feo que le dicen por las calles de la capital del Turia; pero tres semanas después del cierre de la ventana de transferencias trata de pasar página y de poner las cosas con perspectiva. El abrazo en Mestalla con su homólogo nervionense Víctor Orta también ayuda a terminar de digerir un mercado "no agradable" que Corona ha analizado en una interesante entrevista con el diario AS.
"En los últimos días del mercado pasaron muchas cosas. Fueron días de verdadero desenfreno y ajetreo, de mucho ruido. Entiendo que en un mercado recaiga el foco sobre mí, pero a raíz del final de mercado se han producido acontecimientos no agradables". "Tras ver el vídeo con ultras amenazándome lo primero que pensé fue que eran unos pocos que no representan en absoluto a nuestro club y a nuestra afición. El pensamiento es de tristeza general. Estos episodios te da preocupación a nivel familiar. Yo tengo una hija, es todavía pequeña y no quiero que piense que esto es el fútbol".
"No es agradable que me digan 'florero'. Me encantaría que la gente reconocieran mi labor, pero no es así y lo acepto. Es fútbol; pero vivo con una crítica contradictoria encima: se me critican fichajes y por otra parte se me dice que no pinto nada. O no pinto, o lo hago mal, pero las dos juntas no caben. Que me digan florero es una contradicción porque a la vez se me han criticado fichajes del verano y hasta del que hicimos en invierno".
"Siempre se puede hacer más y se puede acertar más. Pedimos algo que es complejo de pedir en fútbol: tiempo. Estamos inmersos en un plan que supone dos o tres años de reestructuración y financiación del club. Buscamos una sostenibilidad con los ingresos. Eso lleva tiempo. Los resultados tras el primer año son excepcionales. El objetivo de esta temporada era estabilizarnos, salvar la categoría cuanto antes, sobre todo después del vaivén del año pasado. A día de hoy, lo tenemos casi conseguido y lo hemos logrado en 20 jornadas. Ese resultado es excepcional. Lo que pretendemos es aspirar a más dentro de esa sostenibilidad".
"Hay dos vertientes aquí: el límite salarial, por una parte, y la liquidez, la tesorería y las finanzas del club, por otra. Hemos estado muchos años con una plantilla que suponía más coste salarial que nuestro límite. Nos ha costado mucho ajustarnos. Ahora mismo tenemos límite salarial disponible, pero lo que no tenemos es liquidez. En las últimas tres temporadas el descenso en coste de plantilla ha sido enorme. Desde la que acabó la 19/20, la última en Champions, hemos tenido que asumir un descenso del coste de plantilla muy agresivo", explica Corona sobre un presupuesto que ha pasado de 180 millones a 70.
"La gran decisión de una dirección deportiva es la propuesta del entrenador y un día (Javier) Solís y yo nos plantamos en Singapur aconsejando que había que contratar a Rubén Baraja. También propusimos luego renovarle y además, por primera vez en cinco años, con un contrato asegurado de dos temporadas. Nos ligamos a Baraja y para mi es el mayor motivo de satisfacción y de descanso con mi trabajo. Esa decisión, la más importante, me respalda. Hoy en día todos nuestros aficionados están enamorados de nuestro entrenador", manifestó, sin mojarse sobre la continuidad del 'Pipo': "No hemos hablado todavía de su renovación. Tiene contrato hasta junio de 2025, es decir, un año y medio más. Estamos muy felices. Hemos encontrado una manera de trabajar en la que estamos muy alineados con él y él con nosotros. Tendremos tiempo por delante para hacer las cosas con calma y sin ruido".
"Lo de Rafa Mir es un caso cerrado. Hemos estado juntos con la gente del Sevilla FC en unas jornadas de LaLiga, tuvimos una conversación lo más amistosa posible, acaban de estar en nuestra casa y tuve un saludo y un abrazo con Víctor Orta. Quiero dejarlo ahí. Son episodios que pasan", declaró sobre la frustrada vuelta a Mestalla del delantero murciano, que ya estuvo a punto de ser fichado en verano y tiene la sensación de que le han dejado tirado. Con el ariete aún en Nervión, el único refuerzo fue el de Peter.
"Antes de la salida de Gabriel Paulista y la venta de Koba, ya dijimos que sin generar recursos no íbamos a ir al mercado. A raíz de esto último, surge la opción de disponer de algo para fichar. Ya habíamos hablado con el Madrid sobre Peter en agosto. Es un jugador del gusto del técnico y es una operación sencilla. Enero es un mercado complicado. Es difícil tener una influencia en el equipo desde los despachos y sin dinero. Él se va a adaptar rápido y tiene características que se ajustan a las necesidades del entrenador".
"Hemos recibido ofertas por jugadores en las que la decisión del club ha sido no vender. En el pasado hubo dos mercados en los que Sevilla y Villarreal nos hicieron ofertas por Guedes y no lo vendimos; en cambio lo vendimos al año siguiente. Buscamos que la venta se haga en el momento óptimo de venta. Si pensamos que puede haber una venta mejor, aguantamos. Queremos hacer la última venta de ese jugador. En el último mercado de fichajes, por ejemplo, lo hemos dicho claramente a agentes y clubes interesados por algunos de nuestros futbolistas: no están en venta".