Joan Francesc Ferrer 'Rubi', entrenador de la UD Almería, tiene una nueva oportunidad. Pese a que el equipo ha rendido hasta la fecha peor de lo esperado, ya que era uno de los grandes favoritos –quizás el que más– a lograr el ascenso directo, la LaLiga Hypermotion siempre abre puertas durante la temporada y ahora el entrenador de la escuadra indálica tiene la opción de atravesar una que le conduzca en un abrir y cerrar de ojos a la pelea por subir a Primera división.
Habiendo sacado siete de los últimos nueve puntos en disputa en Segunda división, el Almería ha alcanzado los 16 puntos para estar en estos momentos a solo tres de los puestos que dan lugar a disputar el play-offs de ascenso a LaLiga EA Sports. Ante tal escenario, el choque contra el Córdoba CF en casa se antoja como un punto de inflexión en la campaña. ¿Qué opina Rubi? Así lo explica.
"Lo que importa son los puntos ante un rival que ha empezado bien, sacando la cabeza poco a poco, y que saca más puntos dentro que fuera de casa. Además, sin duda tienen capacidad para cuestionar el balón", destaca.
Respecto al margen de mejora que tiene el equipo, el preparador de los andaluces señala que su equipo necesita una reacción en defensa porque ha encajado cinco goles a balón parado. "Este bloque, hasta los dos próximos partidos, se marcó el objetivo de cambiar la dinámica. Tenemos que seguir apretando. Hay cosas que me dan esperanza, pero sigue habiendo detalles que tenemos que pulir. Hay que subsanar el balón parado y no depender tanto del ataque", subraya.
Menos tajante se mostró a la hora de certificar el paso al frente del equipo, poniendo en duda que están en un momento en el que tengan la seguridad necesaria para seguir enlazando buenos resultados. "Todavía soy cauto por la reacción del equipo. Creo que desde la mentalidad positiva se pueden conseguir grandes cosas y que hay que marcar un contrapunto a tantos halagos".
Rubi también habló sobre lo sucedido en Valencia y afirmó lo siguiente: "Está siendo bastante fuerte. La dimensión es mayor de lo que parecía en un primer momento. Lo bonito sería dar apoyo físico, pero es complicado. Las personas que tienen familiares y amigos están viviendo una situación dura. El país se une, el ser humano se solidariza y la mayoría de los ciudadanos intentan ser buenos. Por mucho que apoyemos, nunca será comparable a lo que estamos viviendo", concluye.