El retraso en la oficialidad del adiós de Monchi, que se esperaba durante la tarde-noche del jueves y que otras fuentes fijaban para el mediodía de este viernes, está generando cierta incertidumbre en el sevillismo, que sospecha que, hasta que no haya nuevo director deportivo, será imposible que avance la planificación de la temporada 23/24. Algunos, profesionales o no del humor, se lo toman con filosofía e inundan las redes de memes y bromas acerca del calor que estarán pasando, si siguen por la capital hispalense, los emisarios del Aston Villa y comparando el final de esta segunda etapa del ejecutivo isleño con el de la serie de Canal Sur Televisión 'Arrayán'. Sea como fuere, el desenlace se antoja inminente por el bien de todos, si bien José Castro y José María del Nido Carrasco quieren dejarlo todo atado y bien atado antes de que haya pronunciamiento público.
Según a quién preguntase el periodismo local, la dilación se debía a que no llegaba la transferencia desde Birmingham, donde habrían solicitado ciertas facilidades de pago de los 2,5 millones de euros de su parte de la penalización; los trámites para que el propio Rodríguez Verdejo abonase sus 600.000 por no haber avisado con tres meses de antelación; la discusión acerca de si era pertinente una rueda de prensa de despedida y las líneas rojas de la misma; la existencia o no de una cláusula de confidencialidad, el deseo del club de tener cerrado antes al sustituto... Muchos rumores en torno a una separación que, como las de los matrimonios, siempre deja más vencidos que vencedores, más rencores que agradecimientos. Un complejo epílogo a más de dos décadas de relación, con el único 'impasse' de la marcha del de San Fernando a la Roma entre 2017 y 2019.
Mientras tanto, el Sevilla FC avanza paralelamente en las negociaciones con el sucesor de Monchi. El gran favorito, el que genera más consenso al menos, es Braulio Vázquez, por el deseo de la mayoría del consejo de administración de apostar por un nombre que parta de cero, sin pasado en blanquirrojo para evitar comparaciones, celos o lealtades mal entendidas. El pontevedrés tiene contrato hasta 2026 con Osasuna, aunque romperlo costaría apenas 150.000 euros, si bien él quiere hacer las cosas bien y, tras los primeros contactos, tampoco está del todo claro que desee enrolarse en el proyecto nervionense. El dúo Víctor Orta-Miguel Ángel Gómez o la promoción interna de Fernando Navarro, por los motivos ya esgrimidos, han quedado aparcados, pero a última hora ha surgido una vía alternativa que se explorará y que tiene el aval del propio José Luis Mendilibar, entrenador renovado.
Se trata de Fran Garagarza (54), un profesional muy valorado tras su gran etapa al frente de la dirección deportiva del Eibar entre 2011 y 2021. Los seis últimos años, coincidió con el míster de Zaldívar, con el que formó un interesante tándem. El de Mutriku, al parecer, lo tiene hecho con el RCD Espanyol, que despidió a Domingo Catoira, cerca del Deportivo de La Coruña, si bien el anuncio oficial tampoco se ha producido, argumentando algunas fuentes que se habría caído esa operación al exigir dos millones de euros de sueldo, lo que ha ganado en los Wolves. Ya desvinculado del conjunto inglés, tampoco sería extraño que el guipuzcoano se hubiese dejado seducir por la llamada desde el Ramón Sánchez-Pizjuán o que, como poco, está dando largas a uno de los 'gallitos' de la Segunda división el curso venidero por si cuaja su desembarco en un club que jugará la Champions League.