Isaac Romero, auténtica sensación del actual Sevilla FC por su doblete ante el Getafe CF para certificar la clasificación para los cuartos de final de la Copa del Rey, termina contrato el próximo 30 de junio de 2024, una realidad que no ha cambiado con su merecida promoción al primer equipo. Y es que, como ya se conocía, su contrato incluye una cláusula por la que la entidad blanquirroja puede prorrogar unilateralmente la relación por una campaña extra, pero, al contrario de lo que había trascendido, ese movimiento no va aparejado a su inscripción con los grandes. De hecho, según ha podido confirmar ESTADIO Deportivo, los dirigentes nervionenses tienen hasta el mes de mayo para ejecutar la ampliación hasta 2025, un mero trámite, claro está, que, sin embargo, podrían ahorrarse. Porque lo que se prepara es un documento que no sólo mejore los emolumentos del delantero, sino que consolide su presencia con el dorsal 20 unos pocos años más.
No tendría sentido, por otra parte, dar visibilidad a un futbolista que podría negociar ya a todos los efectos con quien quisiera e, incluso, comprometerse por escrito, aunque el sevillismo de Isaac y las ganas que tenía de llegar hasta donde esté harán, sin duda, que dé absoluta prioridad a la institución de sus amores, que siempre podría obligarle a seguir. Una manera figurada de verlo, obviamente, pues el entendimiento entre las partes será absoluto, salvo giro mayúsculo de los acontecimientos. Víctor Orta podría aplicar esa subida mañana mismo, aunque el director deportivo camina en estos últimos días de la ventana invernal sobre la bocina. Con el tope salarial sobrepasado, está utilizando las fichas libres en el Sevilla Atlético, el Sevilla C y el juvenil A de División de Honor para reforzar indirectamente a Quique Sánchez Flores, a la espera ahora de más bajas (rescisiones y, sobre todo, alguna venta) para hacer hueco a los últimos fichajes.
En cuanto las cuentas cuadren, Isaac verá asentada su situación en la primera plantilla del Sevilla, a lo mejor con la esperada propuesta no ya hasta 2025, sino hasta 2027 o 2028. Mientras tanto, sus planes no son otros que seguir aportando trabajo, entusiasmo y goles al objetivo colectivo: seguir avanzando rondas en la Copa del Rey (el camino más rápido para volver a jugar competiciones europeas el curso venidero) y alejarse cuanto antes del descenso a Segunda división. Con dos titularidades consecutivas en cuanto se formalizó su inscripción en LaLiga, el lebrijano cuenta con la absoluta confianza del míster, que piensa seguir correspondiendo. Desde luego, no le han regalado nada, por lo que merece que le pasen cosas buenas y, si puede ser, mejores.