"Lo de En-Nesyri y Quique no es la primera vez que pasa. Ni siquiera en el Sevilla FC. Esta misma temporada, Fernando 'echa' a Mendilibar en un 2-2 contra el Rayo Vallecano al afearle su sustitución, una decisión de la que seguramente se hayan arrepentido en Nervión por temprana (jornada 9ª). En estos casos, entiendo a todas las partes; también al futbolista, que sale enfadado y con las revoluciones altas, aunque ahí el más irrespetuoso fue el marroquí, pues el utillero que prepara la nevera y los botes de agua no tiene culpa de tu enfado, cobrando además mucho menos que tú. Lo único que no le compro al entrenador es que se enfrente con él y lo exponga públicamente, y la parte final de su discurso en sala de prensa, ya que si le dejas no entrenarse a tope por su lesión o por el Ramadán es una decisión propia con la que debe apechugar", apuntaba Óscar Murillo en la tertulia de 'La Prórroga de ESTADIO Deportivo' en alusión al choque entre el delantero y el míster blanquirrojos.
En este sentido, el redactor desvelaba: "Lo que no entiendo es que salga ahora el coro de aduladores de En-Nesyri, que lo han 'matado' cuando fallaba goles cantados delante del portero y tildan a Sánchez Flores de auténtico demonio. Tienen miedo de que cumpla con esas cláusulas que dicen que hay en su contrato para renovar automáticamente. ¿Tenemos claro que el madrileño quiere seguir el año que viene en el Sevilla? Porque yo creo que no quiere. Me da la impresión de que, como Mendilibar, quiere salvar al equipo, esta vez sin premio europeo, y marcharse. Y lo más probable es que lo consiga, porque los nervionenses, ganando un par de partidos de los que le quedan, especialmente ante el Cádiz CF en casa, lo tiene hecho. Quique no va a forzar la situación, mucho menos por el poco 'feeling' que tiene con Víctor Orta, el director deportivo. No creo que ya vayan a echar al técnico, porque tampoco va a perder todos los partidos que quedan, pero tampoco renovará".
Ahondaba Murillo en esta espinosa cuestión: "No tengo una certeza absoluta, porque no lo he hablado con Quique ni con Oltra, pero diría al entorno que no tiene que estar tan preocupado. Él sabe que la convivencia va a ser complicada, porque, en el próximo mercado, Orta va a volver a fichar lo que pueda o lo que entienda que es mejor para el futuro del club... y él va a volver a no ponerlos. Y Orta no va a querer un entrenador que no ponga a sus fichajes". Aparte de la relación entre las dos cabezas visibles de la planificación de cualquier proyecto, el ex del Getafe CF no está percibiendo tanto un respaldo sin fisuras desde la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán como tampoco desde el vestuario, donde varios 'pesos pesados' se han visto obligados a marcharse en enero (Rakitic, Fernando) o se lo están planteando seriamente.