Víctor Orta afronta el mercado de verano con unas limitaciones económicas que, obviamente, condicionan considerablemente su margen de maniobra, y también con dos prioridades independientemente de las salidas que se produzcan en verano y que generarán nuevas necesidades.
De ese modo, como el propio director deportivo ha transmitido a agentes e intermediarios, la prioridad para la próxima ventana reside en la incorporación de un portero que compita con Nyland y, sobre todo, de un pivote que potencie el centro del campo tras la salida de Fernando Reges en invierno y las decisiones que ya se han tomado en el seno de la entidad nervionense.
A térninos prácticos, el Sevilla solo cuenta con Gudelj en esta posición de cara a la temporada 24/25, ya que tanto Soumaré como Agoumé, solución de enero, concluyen su cesión y las opciones de compra exigen un esfuerzo que se escapan ahora mismo del alcance financiero de los blanquirrojos, sobre todo en el caso del francés, pues alcanza los 15 millones de euros.
En Nervión gusta mucho el centrocampista de 25 años y se han estudiado posibles fórmulas para hacerse con sus servicios a título definitivo, incluso esperar hasta el último momento del próximo mercado por si el Leicester se sentara a negociar y rebajara su precio, lo que dependería también de si logran o no finalmente el ascenso a la Premier -ahora mismo es líder empatado a puntos con Ipswich Town y uno por encima del Leeds United-.
Sin embargo, en el seno del club y de la dirección deportiva se ha llegado a la conclusión que el futuro de Soumaré como sevillista no puede condicionar la planificación para la 24/25 y a día de hoy se trabaja sin contar en la próxima plantilla con el medio francés, pues en sus cuentas no cuadran en ningún caso un desembolso de esta índole para dicha posición, independientemente del crédito solicitado de 108 millones o de las ventas que se pueden realizar.
No es que se descarte al 100%, porque en el fútbol nunca se sabe, pero en este momento se ha determinado que no es posible tanto en cuanto, como ya informó ayer ED, el precio máximo que se desembolsará por fichaje rondará los cuatro millones de euros y, en el caso de una gran venta, como con En-Nesyri, se podría alcanzar el doble, como mucho, para cubrir dicha salida.
Víctor Orta lo ha dejado claro en las reuniones que ha mantenido últimamente y en ese plan es imposible que entre el desembolso por Soumaré por mucho que sea santo de devoción de Quique y del propio director deportivo.
En el caso de Agoumé, ya contamos que la decisión final se tomará cuando concluya este curso, y más por la intención del Inter de rebajar los 8 millones de la opción pactada, si bien el Sevilla tiene decidido fichar a un primer espada para el pivote, cuenta con Gudelj y el camerunés lo tiene difícil para quedarse.