El Real Betis, que venía de ganar al CA Osasuna con Sánchez Martínez, recelaba del nombramiento de este colegiado para el último El Gran Derbi de la 23/24 por haber echado a Nabil Fekir (reincidente con él tras la recordada roja por menosprecio ante el FC Barcelona, indultando por el mismo gesto a Sergio Busquets) y Borja Iglesias (como al blanquirrojo Gonzalo Montiel) en el anterior duelo cainita en La Palmera, aunque la lógica invitaba a pensar que deberían estar más 'moscas' en el Sevilla FC, pues había perdido las tres últimas veces que le dirigió el murciano. De hecho, el anterior triunfo con este colegiado se remontaba a dos años y siete meses (septiembre de 2021), con cinco derrotas y cuatro empates desde entonces hasta este 28-A. Efectivamente, al descanso al menos, los de Quique Sánchez Flores tenían más razones para estar descontentos con el lorquino.
Y es que a los siete minutos perdonó la roja a Pablo Fornals, que se pasó de frenada en una entrada rasa con los tacos por delante que impactó en el tobillo de Boubakay Soumaré. Cierto que la intención del castellonense no parecía la de lesionar al franco-senegalés, porque resbala. Afortunadamente, no se bloqueó la articulación y el pivote visitante pudo seguir sin problemas. Ortiz Arias no corrigió la decisión inicial de su compañero, mostrar amarilla al '18' verdiblanco, aunque era de naranja, como se suele decir. Después, justo en el ecuador del primer tiempo, llegaría el gol anulado a Lucas Ocampos, que estaba claramente en fuera de juego cuando cabeceó a placer un balón que había peinado mal Johnny Cardoso, rematado contra el palo Youssef En-Nesyri e impulsado con la testa por Dodi Lukébakio, protagonista muy a su pesar en el minuto 37 de la acción más polémica.
Justo es reseñar que se mantiene el criterio que imperó durante la visita del Sevilla FC al RCD Mallorca, cuando se anuló un gol a Adrià Pedrosa que había desviado el delantero marroquí sin querer, de espaldas y con el brazo aparentemente pegado a su cuerpo, por supuesto sin ver el balón. En esta ocasión, el internacional belga también se gira para cortar un tiro de Pablo Fornals y no tiene tan junto su articulación superior. Sánchez Martínez no lo dudó y señaló los once metros, aprovechando Isco Alarcón para estrenarse en su carrera ante los nervionenses. No hubo, de nuevo, avisos del asistente madrileño desde Las Rozas, por lo que todo quedó igual. No así en el minuto 59, cuando amonestó a Badé y señaló el punto fatídico por un manotazo del galo a Isco dentro del área. Esta vez sí le hicieron ver un posible error (aunque contacto hay), acudiendo al monitor para dejar sin efecto la pena máxima, ya con 1-1 en el marcador. Al poco, salió el audio de la revisión entre los colegiados.