Aires de revancha se respiran por Nervión. La última visita del Sevilla FC a Barcelona se saldó con un doloroso tropiezo ante un rival de altura y claro favorito a competir el título liguero. Tan solo cinco días después, el conjunto rojiblanco regresará a la Ciudad Condal con la misión de enmendar la última derrota y encauzar de nuevo la dinámica del equipo. Enfrente tendrá al Espanyol, un rival difícil en su casa tal y como lo ha definido García Pimienta, que además cuenta con "un entrenador que le encanta, como es Manolo González". Perteneciente a la 11ª Jornada de LaLiga, el envite conlleva un punto de presión extra, toda vez que la escuadra sevillista buscará desquitarse y amarrar sus primeros tres puntos en calidad de visitante. Así, fueron numerosas las claves que el técnico barcelonés valoró en la previa al choque, donde confesó el choque de realidad ante el Barça, pero también la ambición inyectada en el equipo para el resto del curso.
En primer lugar, el dueño del banquillo sevillista quiso analizar el estado anímico y físico del grupo, tras las bajas con las que abandonó el duelo en Montjuic: “El grupo está bien, después del partido del Barca. Hemos visto donde estamos, un poco lejos de ese perfil de equipo. Estamos en un proceso de construcción, aunque el resultado fue contundente hicimos cosas bien. Rectifico lo que comenté tras el partido. Nos venimos abajo después del segundo, Isaac Romero después del primero se queda solo antes del portero. Tenemos que ser conscientes del lugar en el que estamos. Es una derrota dura, porque no queremos perder partidos y menos con resultados así. Mañana partido difícil ante un rival como el Espanyol, con un entrenador que me encanta que es Manolo. Nosotros no hemos ganado fuera de casa".
Durante el choque ante los culés la salida de Lokonga al terreno de juego supuso una bocanada de aire fresco: "Tuvimos opciones en el partido para llevárnoslo. En la segunda parte nos encontramos ante un resultado muy adverso. La entrada de Suso y Lokonga nos dio tranquilidad. Su mayor virtud es la de tener el balón. Cada jugador tiene sus características. Fuera de casa no estamos consiguiendo las victorias, es un partido para sacar los dientes. Es un equipo potente en casa y con su afición, tras la derrota querrán mostrar otra cara. Pero nosotros demostraremos realmente el nivel que tenemos". Lo que dejó claro el míster fue que el penalti no marcó el devenir del encuentro: "Cuando termina el partido y el resultado es un 5-1, protestar un posible penalti como causa de que has perdido el partido... No sé que hubiera pasado. Cuando hablas con los árbitros, dicen que no es suficiente. Peque toca al jugador del Barcelona, no es suficiente. Lo toca, por supuesto. Raphinha lo hace bien, por supuesto. El árbitro hace su papel, lo entiendo. El arbitro estaba delante, no lo corrige y entiendo que es penalti".
De cara al choque ante el Espanyol y los próximos partidos, Pimienta mostró sus esperanzas depositadas en el futuro: "Estamos en un proceso de construcción. El club cree que este es nuestro camino. Hemos visto las cosas que hicimos bien y las que hicimos mal que fueron muchísimas. Nos marca el camino. La alegría es necesaria, el trabajo también. Estoy convencido de que mañana se va a ver un gran Sevilla. La afición estará orgullosa cuando acabe el partido por el juego de su equipo. Seremos mucho mejores de lo que estamos siendo hasta el momento”.
Si algo destacó durante la comparecencia, fue el mensaje de ambición del técnico: “El vestuario sabe perfectamente todo, pero nosotros somos un equipo competitivo y ganador. Tenemos doce puntos, pero nos gustaría tener 25. Nuestra intención es la de ser un equipo ganador. Estamos en el proceso. La gente ve que estamos en ese camino, cuando competimos al 100% podemos ganarle a cualquiera. Somos capaces de eso, seguimos en ese camino y no podemos relajarnos. Tenemos que conseguir victorias. Es un partido exigente. Tenemos que demostrar que estamos en ese camino, tenemos que ser generosos y ambiciosos y el vestuario lo sabe”.