Nueve cambios en la victoria ante el Villarreal CF, después del esfuerzo realizado contra el Manchester United; siete rotaciones en el triunfo frente al Athletic en San Mamés y otras cinco este pasado lunes, en la derrota contra el Girona (0-2). José Luis Mendilibar está usando un hándicap, un calendario que ofrece partidos cada tres o cuatro días y le deja casi sin tiempo para ir inculcando automatismos, en una ventaja para calar en el vestuario del Sevilla FC. 'Mendi' cree que "todo el mundo está contento" después de haber repartido los minutos en estos primeros ocho partidos como técnico nervionense. Todos los componentes de la primera plantilla han participado a excepción del convalenciente 'Tecatito' Corona. El sentimiento es recíproco, pues el vasco está muy contento con el rendimiento de su equipo -incluso en la derrota de ayer- y no duda en abrir su paraguas para proteger a los que reciben más críticas.
Así, en la rueda de prensa previa al choque que cerraba la jornada 32 en Primera división ya salió en defensa de Suso, después de solucionar un mosqueo del gaditano tras un intento de motivarle, y de Bryan Gil, a quien consideraba un futbolista mucho más importante de lo que estima que pueda parecer de puertas hacia afuera. En la misma línea, tras el choque ante el Girona FC, volvió a abrir su paraguas con el barbateño, muy criticado por las claras oportunidades que desperdició y que él mismo asumió con resignación, y con el Papu Gómez, a quien está intentando reintegrar poco a poco. En medio de esa hoja de ruta para recuperar al campeón del mundo, Mendilibar le dio la titularidad el lunes, pero un importante sector del Sánchez-Pizjuán le despidió con pitos cuando fue sustituido por Suso en la segunda mitad, en señal de claro descontento con su actuación.
El Papu Gómez lleva tiempo más fuera que dentro del Sevilla FC, hasta el punto de que desde Italia siguen hablando de su posible fichaje por el AC Monza la próxima campaña. Eso le importa poco o nada a Mendilibar, que le considera un futbolista muy aprovechable. "Ha estado bien, ha participado bastante en el juego. Quizás en el inicio del segundo tiempo ha estado mejor que en el primero, ha participado más; pero está entrenando bien con el grupo, lleva tres semanas sin parar y pensábamos que podía estar para competir. Sabíamos que era difícil que terminase el partido, porque lleva mucho sin jugar 90 minutos, pero en el tiempo que ha estado ha participado bastante, ha ido más arriba y hemos generado un poco más. Felicitarle por el esfuerzo que ha hecho, como al resto de los jugadores", decía el técnico vizcaíno en rueda de prensa, al ser preguntado por los pitos al argentino.
Mendilibar explicó que con Suso tuvo una charla para solucionar un malentendido y también respondió a las críticas a Bryan Gil por las ocasiones que falló. Rápido, desequilibrante, eléctrico... el joven extremo barbateño no ha tenido nunca el gol como una de sus especialidades, por lo que 'Mendi' resta importancia a lo sucedido ante el Girona FC, se queda con la parte positiva que le transmiten las ganas del jugador cedido por el Tottenham y se centra exclusivamente en el presente cuando le preguntan por la posible continuidad en Nervión cuando en junio termine el préstamo o su opinión sobre si en el futuro, con más entrenamientos específicos, puede mejorar su puntería.
"Con Bryan me centro en lo que me da hoy. No sé como será en tres años y no sé si lo tendré yo. Siempre digo lo mismo, las ocasiones hay que tenerlas. Fallarlas no está bien, pero prefiero tenerlas y fallarlas que no tenerlas. Aparte del gran esfuerzo que ha hecho en los uno contra uno, las ocasiones que ha tenido que las ha generado él, hay que aplaudirle por todo lo que nos ha dado. No sé si es porque es él o es porque es otro, otros también la han tenido con más gol y no las han metido. Estoy contento con el trabajo que ha hecho él", manifestó Mendilibar, arropando a su pupilo, al que conoce bien de su etapa en el Eibar, donde también coincidió con Joan Jordán y con Marko Dmitrovic, que ha derribado falsos mitos sobre el de Zaldívar.