El Sevilla FC, como ya se ha dicho, sigue peinando el mercado de centrales a expensas de que Marcao Teixeira asuma su situación y acepte marcharse. El brasileño, por su historial de lesiones, sus altos emolumentos y su lentitud (mala mezcla para jugar con defensa adelantada), no cuenta para García Pimienta, aunque está empeñado en demostrarle este verano lo contrario. Quitando el comodín de Nemanja Gudelj, el técnico catalán cuenta en esa demarcación con Loïc Badé, Tanguy Nianzou y Kike Salas, por lo que se busca un cuarto elemento específico. El último en sonar ha sido el senegalés Arouna Sangante (22), aunque es caro por la competencia de Stuttgart y Ausburgo, al tiempo que fueron igualmente vinculados esta semana el esloveno Vanja Drkusic y el uruguayo Santiago Cáceres (ambos de 24 años). Todos bajo la premisa de ser casi desconocidos y relativamente jóvenes.
Pero no sólo se aplica estrictamente la política en recuperación, sino que, como con Sergio Ramos, se tendrán en cuenta futbolistas más experimentados que otorguen jerarquía, mejor si, como el camero, pueden presumir del sentido de pertenencia a la casa blanquirroja. E, incluso, se valora que haya futbolistas que no han vestido nunca la camiseta nervionense pero estén dispuestos a rebajarse el sueldo en busca de reencontrar sensaciones a la par que ayudan al despertar de la entidad. El caso más sonado lo representa Saúl Ñíguez, que ha hecho un gran esfuerzo para salir de su zona de confort en el Atlético de Madrid, finalmente en forma de cesión renovable y asumiendo el Sevilla FC apenas un 20% de su ficha. Ahora, desde Barcelona apuntan a que Víctor Orta podría rizar el rizo con un viejo conocido que aunaría esos dos detalles importantes.
Se trata de Clément Lenglet, que militara en Eduardo Dato apenas un año y medio (entre 2017 y 2018), dejando un grato sabor de boca en lo deportivo y en lo económico (más de 30 millones de euros de plusvalía). Según 'Sport', por segundo verano consecutivo, en el Ramón Sánchez-Pizjuán están muy pendientes del futuro del central zurdo, sin sitio tampoco con Hansi Flick en el FC Barcelona. El francés ha disputado 25 partidos (brindando una asistencia) y poco más de 2.000 minutos en el último curso a las órdenes de Unai Emery en el Aston Villa, aunque no seguirá en Birmingham. Ahora, presiona a su manera una institución culé que le quería forzar a ir a Arabia Saudí, si bien ex el del Nancy se niega en rotundo. Los blanquirrojos, así como otros equipos europeos, han solicitado su cesión, pero pagando una ínfima parte de su sueldo, lo que no convence a un Barça que no descarta ni siquiera rescindirle.
Cerrado el diálogo con los azulgranas, también por Ansu Fati, tras el encontronazo entre directiva a cuenta del 'caso Negreira', el Sevilla FC espera paciente la resolución del caso, con un contacto fluido y asiduo con Lenglet por parte de algunos miembros del staff, especialmente uno con el que coincidió aquí. Temas monetarios aparte, en la capital hispalense son conscientes de que el zaguero de 29 años volvería gustoso a la que fue su casa, dispuesto a hacer un esfuerzo. Libre, aunque fuese por un periodo corto (una temporada o un 1+1), sería un refuerzo que considerar, aunque 'off the record' se traslada la dificultad del escenario por el caché del de Beauvais y la posibilidad de que entre un club potente en juego a lo largo del mes de agosto. La puerta de 'La Bombonera' no está ni mucho menos cerrada, como mucho encajada. Pero se aguardará a que el protagonista arregle su contrato y mire por sus intereses. Cuando realmente sea una 'ganga', se verá.