Orta, al desnudo en 'casa': el despido "de manual" de Alonso, los fichajes que no lo esperaron y los que sí en verano, la locura contagiosa de Bielsa...

El director deportivo nervionenses admite que, aunque "no es justo", lo normal "cuando las cosas no van bien" es prescindir del entrenador, aunque espera que el actual permanezca "tres o cuatro temporadas", porque, "para que este club crezca, necesita estabilidad" en el banquillo

Óscar MurilloÓscar Murillo 6 min lectura

Estupenda e interesante entrevista la que firma el admirado Sid Lowe para 'The Guardian' a Víctor Orta, quien, como Sergio Ramos, ha sido de los más demandados por los medios ingleses con ocasión del Arsenal FC-Sevilla FC de este miércoles (21:00 h), correspondiente a la cuarta jornada en el Grupo B de la Champions League. El camero no jugó en Inglaterra, aunque es, de largo, el que más experiencia internacional acumula no ya en Nervión, sino en toda España, mientras que el madrileño ha ejercido ocho años en las Islas Británicas (Middlesbrough y Leeds), por lo que habla con conocimiento de causa, bromeando de inicio, para discernir entre LaLiga y la Premier, con la proposición de una especie de Ryder Cup entre los mejores de allí y de aquí cada curso. En cualquier caso, aunque se refleja hasta ahora en títulos continentales, señala al dinero de la TV como la clave de las diferencias.

"Los primeros cuatro acuerdos fueron injustos, aunque el actual es mejor. La Liga española está aumentando los ingresos, reduciendo la brecha y creando presupuestos de equilibrio para ayudar a la sostenibilidad. En Inglaterra han tenido 30 años de distribución más justa, lo que ha hecho que los clubes sean más fuertes", aclara Orta, que denuncia el vacío legal en la 'Pérfida Albión', pues, aunque no se pueden registrar pérdidas superiores a los 105 millones de libras al año, se permite que los propietarios pongan 70, 80 ó 90 a fondo perdido. Por ejemplo, el Everton pagará en la 23/24 una multa de reducción de puntos que, en la 22/23, habría supuesto su descenso y la salvación del Leeds. Pero se vanagloria de que hay futbolistas que no se ciegan con el dinero: "Lukébakio recibió una muy buena oferta de la Premier, pero esperó hasta la última semana para permitirnos cumplir con las reglas del LCPD. Otros no, pero el Sevilla todavía puede fichar talento, porque es una mezcla de dinero, proyecto, calidad de vida y participación en Europa".

Sin embargo, el primer rato con el que ha lidiado ha sido con el relevo en el banquillo, con el adiós de Mendilibar y la contratación de Alonso. "La primera página del manual del director de fútbol dice 'cuando las cosas no van bien, despedir al entrenador'. ¿Es justo? No. No, no es justo. ¿Son ellos los únicos culpables? No. Son los jugadores, la junta directiva, los directores, el entrenador en jefe, el personal... Pero es la única manera de intentar cambiar. A veces funciona, a veces no. Pero estoy seguro de que, para que este club crezca, necesita estabilidad con el entrenador. Espero, también para mi futuro, que Diego sea la respuesta, que pueda estar aquí tres o cuatro temporadas y crear un legado, la estabilidad que este club necesita. Si no, entonces es realmente difícil", especifica el madrileño, que vuelve a marcar distancias y a repetir comparaciones con Monchi, su "mentor", pero del que le separan sus "propias ideas y experiencias". Con todo, está "seguro de que disfruta viendo ganar al Sevilla" como él es "feliz por el Aston Villa", donde tiene otros amigos como Unai Emery o Damián Vidagany.

Pone Orta como ejemplo el éxito en España de Jude Bellingham para tener claro que "las contrataciones, obviamente, tienen que estar enfocadas a buenos jugadores, pero también con buen físico". Y admite, que, al volver, pensó que "quizás la Europa League era el límite" del Sevilla, aunque ahora confía en "romper ese techo de cristal”, que en la UCL está en cuartos de final. Aquí, cita al Inter, "finalista el año pasado con más o menos el mismo equipo al que venció el Sevilla en la final de la UEL hace tres. La ambición poco realista no es buena, pero, si eres conservador, tampoco". Luego, utiliza su apuesta por Bielsa en el Leeds para volver sobre la figura de Alonso, al que conoció "en noviembre de 2011 en un asado en Montevideo cuando jugaba en Peñarol" y que ya le "impresionó mucho", pues "hablaba como un entrenador", lo que le invitó a seguir su carrera. "Decían que estaba loco por fichar a Marcelo, pero mi loca idea obtuvo resultados. Ojalá esta loca idea también lo haga”. Con todo, reconoce que deja su futuro "en manos de otros" a diario: "Te despiertas y piensas cosas estúpidas. '¿Está En-Nesyri con ganas de marcar hoy?' o '¿Lukébakio tendrá la mente puesta en su esposa, que está a punto de dar a luz?'".