Óscar Murillo6 min lecturaEl presidente del Sevilla FC, José María del Nido Carrasco, pasaba de puntillas en anteriores intervenciones sobre el despido de Fernando Navarro y Emilio de Dios, altos cargos de la secretaría técnica, apoyando el comunicado oficial del club en el que se hablaba de "un proyecto de regeneración y remodelación" que arrancaba por la parcela deportiva, aunque se trató solamente de "un primer paso y una primera medida dentro de la política de reestructuración organizativa" de la entidad, iniciada en los últimos meses, "sin menoscabo de que en el futuro haya otras medidas en ésta y en otras parcelas". Así será. La consecución de la permanencia matemática y la imposibilidad casi cierta (está a once puntos del séptimo a falta de doce) de jugar en Europa la próxima temporada propiciarán en las próximas semanas una serie de reuniones encaminadas a reactivar la hoja de ruta económica en pos de la autarquía y los avances en la planificación.
Se tomarán en lo que resta del mes de mayo decisiones cruciales en torno a la configuración de la plantilla, escuchando ofertas por prácticamente todos los miembros del plantel, especialmente los que terminan en 2025 y pueden dejar en caja una jugosa plusvalía, además de avanzar en las renovaciones deseadas, con Örjan Nyland e Isaac Romero a la cabeza. No está claro todavía cómo proceder con Jesús Navas y Sergio Ramos. Pero, quizás antes que todo ello o, al menos, de forma paralela y prioritario, habrá que esclarecer quién será el entrenador de la 24/25. Según se anunció en su día desde la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán, Quique Sánchez Flores tiene un año más, sin que se esgrimiera condicionante alguno. Luego, trascendió que debía quedar entre los diez primeros, pero que, aun así, la institución tenía formas jurídicas de liberarse de un compromiso que, como avanzó ESTADIO Deportivo, tampoco apetece del todo al madrileño.
Mientras, el ex del Getafe CF está firmando un final de curso notable. El 13 de 15 apunta más a la primera mitad de la clasificación que a la segunda, hábitat natural de los meses anteriores. Ha dado con la tecla, tanto en el sistema como en los elegidos, parece que su mensaje ha calado y sacó réditos de canteranos como Isaac Romero, Kike Salas y, en menor medida, Juanlu Sánchez. Hasta ha demostrado a Orta que, si se lo curran, no tiene problemas en hacer sitio a sus fichajes invernales, con Lucien Agoumé como ejemplo claro. Contra el Granada CF dio minutos hasta a los defenestrados Hannibal Mejbri, Alejo Véliz y Joan Jordán, este último pitado por un sector de la grada. Le falta reintegrar a Mariano Díaz, Rafa Mir y Adnan Januzaj para cerrar el círculo. Con todo, ni el propio Quique esgrime su contrato como seguro, aparcando el debate a junio y dejando entrever que se marchará. En los despachos, cada vez tiene más adeptos, incluso detractores que se desdicen y lo ven un mal menor.
No hay, eso sí, ninguna decisión tomada. Al director deportivo le gusta más otro perfil: apostaría bien por un técnico con 'hambre' que exprima a los más jóvenes, a lo Xabi Alonso (de ahí su predilección por los madridistas Raúl González y, según Cope Sevilla, ahora Álvaro Arbeloa), o por alguien prestigioso que esté libre y sacrifique salario por entrenar en LaLiga (encajan los rumores del sondeo a Maurizio Sarri). En este apartado sobresale una vieja ambición para el Leeds, Paulo Fonseca, que no renovará con el Lille, pero que suena con fuerza para el Marsella, aunque él quiere escuchar a clubes de Inglaterra y la Serie A, aparte de españoles. Por Jagoba Arrasate no ha habido movimientos en firme recientemente, aunque sigue siendo de los que más consenso generan en el Sevilla FC. Pierde fuerza la vía José Bordalás, sin respaldo de Orta, mientras que Enzo Maresca también gusta a todos, pero tiene contrato con el Leicester hasta 2026.
En principio, seguirá tras devolverlo a la Premier, aunque exige que no le vendan a los mejores, que no le desmantelen la plantilla, en otras palabras. Con amenaza de suspensión por irregularidades en el 'Fair Play Financiero', que se están investigando, puede que deba traspasar a alguien 'gordo' para evitar que le quiten puntos, por lo que restan cónclaves trascendentales. Del proyecto que le ponga sobre la mesa el dueño de los 'Foxes', Aiyawatt Srivaddhanaprabha, dependerá que el italiano vuele o no, con otros equipos ingleses detrás, dispuestos a pagar por su libertad y a mejorarle el sueldo. Lo de Nervión sería algo más sentimental que económico, pero siempre y cuando, llegado el caso de cambiara de aires, pudiese desvincularse sin coste, porque no está entre el abanico de posibilidades financiar una carta de libertad, que estaría restando fondos para los nuevos futbolistas.