Nuevo varapalo para el Nuevo Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Durante estos últimos meses, han sido numerosas las críticas recibidas por el Sevilla FC y la presentación de un plan para su nuevo estadio. Con la cuestión económica en el punto de mira, lo cierto es que existe un cierto aire de incredulidad entre los aficionados. Si bien, está claro que el anteproyecto presentado en diciembre de 2023 con el que la actual directiva deseaba cubrir una demanda histórica de los aficionados, con el que adecuaría sus instalaciones a los tiempos actuales es un argumento más que ilusionante para los 'Fieles de Nervión'. Este tema, ya supuso un tema de debate durante la última Junta General Extraordinaria del Sevilla celebrada en marzo de 2023, donde el nuevo Sánchez-Pizjuán fue incluso punto del día: "Prohibición expresa dirigida al Consejo de Administración y a sus Consejeros Delegados para que continúen efectuando cualquier tipo de gestión y, en particular, asuman ningún tipo de obligación a cargo del Sevilla Fútbol Club, S.A.D. sobre la futura remodelación, ejecución de cualesquiera obras y/o derribo del Estadio Ramón Sánchez Pizjuán".
Ahora, durante la mañana de este viernes, el consejero de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal, dejó entrever un nuevo conflicto para el Sevilla FC. En este sentido, se trata de una de las alternativas que manejaban los rojiblancos para disputar sus encuentros, durante el tiempo en el que las obras de derribo y reconstrucción se lleven a cabo en el templo sevillista. Con todo, a expensas de que el club obtenga 'luz verde' en el proyecto de ejecución, la realidad es que hoy por hoy el club no tiene el plan definido para la disputa de sus partidos.
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Durante el acto de presentación de la remodelación del Nuevo Estadio de la Cartuja, Arturo Bernal fue cuestionado por los plazos de las distintas fases que presenta la reforma. Fue aquí donde surgió la duda con respecto a la más que probable opción de que el Sevilla FC se traslade a La Cartuja durante las obras del Sánchez-Pizjuán, toda vez que el comienzo de los martillazos en Nervión están previstos para el 1 de julio de 2026. Menos de un año después está previsto el comienzo de la segunda fase de la remodelación de La Cartuja. En este sentido, entre los meses de abril y mayo del año 2027 comenzará el segundo turno. Al respecto se manifestó el Consejero: "Esta segunda fase, si empezamos en abril/mayo del año 27, y terminamos año y medio después nos coloca en los prolegómenos del Mundial. Tendríamos una temporada para cederle a uno de los miembros consocios de este estadio".
Así pues, todo apunta a que el Estadio de La Cartuja sería inaccesible desde el segundo trimestre del año 2027 hasta finales de 2028 o, incluso, principios de 2029, por lo que, de ser la opción escogida para que el Sevilla FC dispute sus encuentros, los rojiblancos se verían en una verdadera encrucijada.
Durante la presentación del anteproyecto, José María del Nido Carrasco, presidente del Sevilla, se mostró bien confiado en la reforma y alegó el planteamiento de una posible marcha al Estadio de La Cartuja: "Queremos empezar las obras el 1 de julio de 2026. Quedan el proyecto básico y el de ejecución. Somos ambiciosos y queremos un campo de 55.000 espectadores, que son los que caben en la huella. El Sevilla demolerá el actual estadio y construirá uno nuevo. Serían dos temporadas completas fuera del Ramón Sánchez-Pizjuán. En un principio, lo razonable es que juguemos en La Cartuja".
En cuanto a las distintas alternativas aparentes para el nuevo coliseo del Sevilla FC, así se pronunció hace meses el presidente: "Las opciones que manejamos serían, por un lado, la de irnos definitivamente a otro estadio, como La Cartuja, que no lo valoramos; construir un nuevo estadio en otro lugar, que no lo valoramos; o la ampliación con un tercer anillo del Sánchez-Pizjuán, que tendríamos problemas con la estructura y otros aspectos (no menos de 120 millones de euros de inversión y poca seguridad de un buen resultado). Por ello, nuestra idea es derruir el estadio actual y, durante el tiempo que duren las obras, que sería entre dos y tres años, irnos a otro lugar. Lo coherente sería irnos a La Cartuja, pero no hemos hecho ninguna gestión”.