El paso de Nolito por el Sevilla FC no ofreció el resultado esperado. A toro pasado, bien podría afirmarse que fue uno de los fichajes fallidos de la dirección deportiva que encabezó Óscar Arias tras la marcha de Monchi a la Roma en 2017. Pero no es menos cierto que al sanluqueño, cuyo pase costó 7 millones de euros, le precedía una importante fama. No en vano, venía de militar una temporada en el Manchester City a las órdenes de Pep Guardiola (seis goles y cinco asistencias) y durante los tres cursos anteriores había rendido a un gran nivel en el Celta de Vigo, llegando a jugar 16 encuentros con la selección española. Pero en Nervión, casi nunca se vio su mejor versión.
En sus tres temporadas con la camiseta blanquirroja, su protagonismo fue de más a menos, resumiéndose en 79 encuentros en los que firmó 15 tantos y 13 pases de gol, aunque formó parte de la plantilla que levantó la sexta Europa League antes de volver a Balaídos con la carta de libertad bajo el brazo. Ahora, ya retirado, ha desvelado que aquel verano que decidió dejar la Premier League y regresar a LaLiga no sólo tuvo sobre la mesa la oferta del club sevillista, siendo pretendido al mismo tiempo por su eterno rival.
"Me llamó Berizzo. Sevilla era una buena opción, estaba cerca de casa", ha explicado el andaluz en una entrevista concedida al canal canal Mood Project, destacando de ese modo que la presencia del entrenador argentino, que lo tuvo a sus órdenes en el Celta, fue clave para aceptar la propuesta blanquirroja. Aunque no fue la única razón que le hizo tomar ese camino. Comparándolo con la posibilidad de recalar en el Benito Villamarín, Nolito no oculta que el hecho de que los nervionenses jugasen esa campaña en la máxima competición continental (se alcanzaron los cuartos de final tras eliminar al Manchester United) también pesó mucho a la hora de decantarse por uno de los dos conjuntos hispalenses.
"El Betis también me llamó en verano, pero el Sevilla estaba en Champions y me comprometí con Berizzo. Miré por mis intereses. Tengo amigos en el Sevilla y amigos en el Betis", señaló, aclarando de ese modo que nunca ha tenido nada en contra del cuadro verdiblanco. Ahora bien, pronto se dio cuenta de lo que significaban los derbis, viviéndolos con su particular filosofía. "Pues muy guay, dejando las violencias y tonterías, mola. El ambiente y la gente, eso es lo bonito del fútbol, sin violencia. Es una rivalidad sana, soy tu amigo pero no te voy a hacer daño. Eso sí, si puedo pegarte un caño, te lo voy a meter", sentenció al respecto.
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