Fernando Mateos4 min lecturaReal Betis y Sevilla FC llegan en estados deportivos y de ánimo contrapuestos a El Gran Derbi que tendrá lugar el próximo domingo 30 de marzo, a las 21:00 horas, en el Benito Villamarín. En Heliópolis se ha desatado la euforia, como quedó demostrado con el recibimiento de los aficionados a su equipo tras la remontada firmada ante el Leganés. En cuartos de la Conference League y metidos de lleno en la pelea por la Champions, sólo se piensa en aprovechar la visita del eterno rival para sumar la sexta victoria consecutiva en LaLiga y asestar de ese modo otro duro golpe a su vecino, que viene de sumar una nueva decepción en su campo ante el Athletic. Y es que, en Nervión, la sensación es de desasosiego, viendo como el sueño europeo de los de García Pimienta queda mitigado por esa incapacidad para sumar dos triunfos seguidos que les condena a la mediocridad de la zona templada, con nueve puntos sobre el descenso y a ocho de los verdiblancos.
Pero más allá de lo que suceda sobre el césped, sin olvidar el carácter imprevisible de este tipo de duelos, el foco está puesto también en unas relaciones institucionales a día de hoy inexistentes, después de que la entidad de Eduardo Dato decidiera romperlas con un duro comunicado por la denuncia verdiblanca que acarreó la sanción de un partido a Isaac Romero, Juanlu y Carmona en el último encuentro de Jesús Navas en el Sánchez-Pizjuán, que a la postre fue la última victoria blanquirroja en casa de este curso, a mediados de diciembre.
Todo se remonta al derbi del pasado 6 de octubre correspondiente a la primera vuelta, resuelto a favor de los sevillistas con un tanto de Lukébakio de penalti (1-0). En la celebración, los tres citados canteranos nervionenses exhibieron una bandera con la silueta del escudo del Real Betis tachada, lo que hizo que desde Las Palmera presentasen una denuncia ante la Comisión Antiviolencia que acarreó el referido castigo deportivo. Tras ello, llegaron las declaraciones de uno y otro bando a través de sus presidentes, con Del Nido Carrasco acusando al club heliopolitano de querer "dañar" deportivamente a su equipo y Ángel Haro avisándose de su "responsabilidad" si se produjesen actos violentos en futuros enfrentamientos, como el que ahora se acerca.
La primera consecuencia fue la ausencia de representantes nervionenses en el derbi chico disputado en la Ciudad Deportivo Luis del Sol, aunque a título personal, Joaquín Sánchez y Manuel Pellegrini sí aceptaron la invitación de Jesús Navas para acudir a su despedida en el Sánchez-Pizjuán.
Ahora, la pelota está en el tejado del Sevilla FC, pues, en principio, se espera que desde La Palmera cursen las invitaciones oportunas para que Del Nido Carrasco y sus consejeros puedan estar en el palco del Villamarín. El siguiente paso lo deberían dar desde Nervión y para ello está intermediando el acalde de la ciudad, José Luis Sanz. Según informa el diario As, el edil presenció este pasado domingo 'in situ' el encuentro ante el Athletic y aprovechó la ocasión para dialogar con el máximo mandatario sevillista y pedirle que se restablezcan las relaciones, o al menos de forma provisional durante estos días, como una tregua, para poder hacer posible la convivencia de los representantes de ambos equipos en un partido da tal calibre y dar de ese modo ejemplo a las aficiones.