Con 16 jornadas por delante y una plantilla escasa de efectivos, merced a las lesiones y los movimientos del mercado invernal, el Sevilla FC se aferra en gran medida a la inspiración de su futbolista más determinante esta temporada: Dodi Lukébakio. Con 9 tantos en 22 partidos de LaLiga, el extremo belga se ha convertido en el gran referente de un equipo hacia el que ha mostrado un compromiso quizás inesperado, pues no le han faltado ofertas para marcharse a mitad de curso, a priori con sueldos más importantes. Sin embargo, al igual que Loïc Badé, ha apostado por continuar en Nervión al menos hasta final de temporada, cuando a buen seguro volverá a estar en el escaparate.
Con un valor de mercado de 20 millones de euros según la web especializada Transfermarkt, en la planta noble del Sánchez-Pizjuán cruzan los dedos para que aparezca una propuesta de las denominadas fuera de mercado que se acerque a su cláusula de rescisión, la cual se eleva a 45 millones. Sin duda, el bruselense está llamado a generar una gran plusvalía (costó 10 kilos) y la misma se espera como agua de mayo para tratar de aliviar la delicada situación económica del club.
Mientras tanto, Lukébakio disfruta a las órdenes de García Pimienta y sólo piensa en seguir contribuyendo con goles para llevar lo más alto posible al conjunto nervionense, que se encuentra antes de recibir al Barça a la misma distancia de Europa que del descenso (7 puntos). "Estoy en el mejor momento de mi carrera, sin duda. Este año me están saliendo las cosas bien. Quiero mejorar mis estadísticas, pero siempre pensando en el bien del equipo. El Sevilla es un club muy grande y todos vamos a trabajar para devolverlo a donde se merece”, ha asegurado en una entrevista en El País.
Nada tiene que ver el rendimiento que viene ofreciendo el ex del Hertha de Berlín con el de la campaña pasada, en la que firmó 5 goles en 23 choques ligueros, aunque el protagonista encuentra razones de peso para justificarlo. “Tuve lesiones y me perdí bastantes partidos. También, honestamente, la situación del club era muy difícil. Tuvimos tres entrenadores y eso es complicado. La dinámica este año es mucho mejor”, destacó.
Tras decir 'no' al Nápoles y aparecer también en el punto de mira de la Juventus y el Milan, el máximo artillero sevillista sólo piensa en el presente y vuelve a dejar patente su compromiso con una entidad con la que tiene contrasto hasta 2028. “¿El futuro? Ya se verá. Solo Dios lo sabe y ahora llevo al Sevilla en mi corazón”, sentenció.