Interesante entrevista de Enrique Ortego en 'Relevo' a José Luis Mendilibar, un tipo afable y sincero con el que siempre da gusto hablar, también escuchar o leer. En el Sevilla FC le recuerdan con cariño, seguramente por haber dejado una impronta parecida a la de Quique Sánchez Flores de seriedad, trabajo y honestidad. Por todo ello, seguramente que un alto porcentaje de hinchas blanquirrojos se alegra, más allá de la coincidencia de colores, por el éxito del técnico vasco en el Olympiacos, con el que este miércoles disputará su segunda final europea en un año, tras la que ganó con los nervionenses a la Roma de José Mourinho en Budapest, la séptima Europa League que aterrizaba en las vitrinas del Ramón Sánchez-Pizjuán. Ahora, buscará una Conference League contra la Fiorentina. Pero el cariño es mutuo, según confiesa el veterano preparador.
El de Zaldívar habla siempre claro de su ex equipo, poniendo sobre la mesa lo que no le gustó, pero anteponiendo el agradecimiento. Y no ha dejado de seguir "toda LaLiga" en la distancia: "Primero, (preguntaba por) el Eibar, que es mi equipo. Estuve siete temporadas. Por supuesto, preguntaba por el Sevilla y, luego, ya por los amigos, el Athletic por Valverde, la Real... Y, en general, por los clubes por los que he pasado", asevera 'Mendi', que pone a los hispalenses en segundo lugar: "Sí. Está muy reciente lo del año pasado. He dejado allí gente que estaba de mi lado y he tenido muy buena relación con muchos". Lo que no quita que analice la situación que le costó el cargo, aunque, más allá de ello, que sigue generando una inestabilidad constante en 'La Bombonera', pues García Pimienta, si nada se tuerce, será el sexto entrenador en dos años en Eduardo Dato.
"Es un club complicado. Tienen prisa para todo. Tienen que hacer grandes cambios en la plantilla, en los presupuestos económicos, en más cosas... Pero parece que la meta tiene que ser igual siempre, y hay momentos en que no se puede aspirar a ciertas cosas y se quiere seguir aspirando. Hay un asunto extradeportivo en el club (en referencia al intento de Del Nido Benavente de derrocar a su hijo y José Castro del poder) que influye mucho en todo. Quizás no directamente en el equipo, pero sí en el entorno, en la afición. Eso hace que no haya tranquilidad, que se esté pendiente de lo que dice el uno, el otro, qué puede pasar... No es bueno para un club", zanja el preparador de Olympiacos, que en pocos meses captó perfectamente todo lo que rodea a un Sevilla FC que no se le va de la cabeza, aunque crea que la otra final no le "valdrá de mucho", más allá de "repetir alguna camiseta o traje" por superstición.