Las condiciones para la salida de Iheanacho y un pretendiente firme

Hace cinco semanas que no disputa un solo minuto con el Sevilla FC, desde la despedida en casa de Jesús Navas ante el RC Celta. Aquel día, con la sanción sobrevenida a José Ángel Carmona, Juanlu Sánchez e Isaac Romero por la famosa bandera tachada en el derbi, que supuso a la postre la ruptura de relaciones con el Real Betis, le dio su última oportunidad García Pimienta, buscando continuidad para su acierto en la Copa del Rey ante el Olot. Al descanso, se rindió a la evidencia de que Kelechi Iheanacho no tiene nivel para Primera división, optando por el artillero del filial, con ficha del C, Álvaro García Pascual, su sustituto en las convocatorias desde el regreso del parón navideño. Entonces, adujo unas molestias físicas que parece haber superado, más allá de que, en realidad, medita el próximo paso en su carrera deportiva, para el que ya maneja unas cuantas alternativas.

La última, según 'Relevo', es el Panathinaikos griego, actual segundo clasificado de la Super League, que ha manifestado su interés en reclutarlo, aunque no ha presentado ninguna propuesta a la entidad nervionense. Pero hay más. Su agente 'se cargó' el presunto seguimiento desde Egipto del Al-Ahly, si bien manejó y maneja alternativas en Turquía, Qatar, Arabia Saudí, Estados Unidos y la Championship. El problema es que, con sólo tres goles en un semestre (todos en el torneo del K.O.), resulta complicado que le respeten su caché, por encima de los dos millones de euros netos. Encima, desde la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán tienen sus exigencias, que pasan por un adiós definitivo del ex de Manchester City y Leicester. Por eso mismo, cualquier cesión, ya sea remunerada o no, será rechazada, a no ser que contenga una obligación de compra.

Con año y medio de contrato por delante, Iheanacho hace valer sus cartas y no desea renunciar a lo que tiene firmado. En el Sevilla FC, si bien agradecerían un traspaso que dejara cierta plusvalía en caja, no apretarán en ese sentido, conformándose con soltar el lastre de los tres millones de euros largos que todavía debería abonarle, pues llegó a coste cero. Consciente de poder reutilizar un 60%, está a la espera Víctor Orta de éste y algún otro adiós (Valentín Barco y la gran venta que puede suponer Loïc Badé) para financiar la llegada de un sustituto en ataque, con las miras puestas en el brasileño Alerrando, pese al ofrecimiento a última hora del punta hispano-argentino del Nápoles Giovanni Simeone.