Álvaro Palomo3 min lecturaLa final de fútbol de los Juegos Olímpicos ha enfrentado en París a dos sevillistas. Loïc Badé contra Juanlu Sánchez, dos compañeros de vestuario frente a frente por una medalla de oro en todo un partidazo que ha coronado 32 años a España en una cita Olímpica y, por ende, al de Montequinto. Los de Santi Denia han conquistado la Ciudad del Amor en un choque espectacular, al menos en el mercado, después de una prórroga en la que los españoles han impuesto su ley con dos goles de Camello tras acabar el partido 3-3 con un penalti muy discutido a favor de los anfitriones.
Un final de locura en el que ha participado el lateral diestro sevillista, pues Juanlu Sánchez, que fue determinante en las semifinales con su gol ante Marruecos, entró en el campo en el 72' y sumó con algunas subidas y, sobre todo, con trabajo defensivo para tratar de frenar el empuje de Francia. Aunque cabía la posibilidad de que saliera de inicio por su intervención clave ante los marroquíes, Denia apostó por dejarlo en el banco de nuevo, pero tiró de su potencia e intensidad a falta de 20 minutos, lo que después resultó útil en la prórroga.
Así, Juanlu, presente en la final, se ha situado en el centro del escaparate en los Juegos Olímpicos, hasta el punto de que clubes importantes ya han apuntado su nombre, conscientes de que ahora mismo su cláusula asciende a 15 millones, cifra asequible para entidades con poder adquisitivo, si bien subirá a 20 millones cuando dispute dos encuentros más como nervionense.
La otra cara de la moneda la sufrió Loïc Badé, que no pudo evitar que los anfitriones dejaran escapar la medalla de su propia casa, pero que, sin embargo, pese a lo abultado del electrónico, fue de los futbolistas más serios y concentrados del combinado del Gallo. De hecho, su seguridad atrás resultó decisiva en numerosas llegadas de España, siempre bien colocado y realizando las coberturas a sus compañeros.
En este sentido, el galo, más allá de la derrota, ha jugado el encuentro completo y confirmado su gran torneo y, por tanto, le da la oportunidad al Sevilla de hacer caja en este mercado, pues se espera que lleguen ofertas cuantiosas por el zaguero. De momento, la Roma ya se ha posicionado para llevárselo y en Nervión están dispuestos a venderlo por una propuesta convincente para cuadrar cuentas.