Con la permanencia ya encauzada casi definitivamente, lo que el Sevilla FC puede abrochar ya el próximo lunes en su visita a la UD Almería, toca ir dibujando las líneas maestras de la planificación de la temporada 24/25, en la que, salvo milagro, el cuadro nervionense no disputará competiciones europeas, lo que sólo le ha ocurrido una vez en los últimos 20 años. Así, exceptuando una 11/12 en la que terminó noveno, los del Ramón Sánchez-Pizjuán habían sellado su pasaporte ininterrumpidamente desde la 03/04 hasta la 22/23, culminada con un séptimo título de la Europa League que brindó la cuarta presencia consecutiva en la Champions, undécima de este periodo. En la 24/25, por ende, esperan únicamente dos competiciones a los de Quique Sánchez Flores, LaLiga y la Copa del Rey, circunstancia que permitirá apostar por una plantilla más corta. Porque la bajada de ingresos lo condicionará todo.
Precisa Víctor Orta seguir restando masa salarial, tras un descuento invernal cercano a los 17 kilos en lo que a LCPD se refiere, superior a los 22 en términos absolutos. La idea es quedarse por debajo de 100, lo más cerca posible a los 95, para lo que será necesario vender, mejor si es con plusvalía. Rescisiones y no renovaciones podrían generar el próximo verano un ahorro parecido al de enero, aunque aún faltaría más del doble. Juanlu (con una cláusula de 15 millones), En-Nesyri, Acuña, Ocampos, Badé o hasta el mismo Isaac aparecen como las fórmulas más factibles para hacer caja, pero la dificultad llegará a la hora de equilibrar este concepto con la necesidad de mantener un equipo competitivo que devuelva a los blanquirrojos a su hábitat natural, que ha sido, de paso, su fuente de dinero más directa en las campañas más recientes.
De los cedidos, Alejo Véliz llegó del Tottenham sin opción de compra, aunque tampoco ha hecho méritos suficientes aún como plantearse pelear por él, una realidad que comparte con Hannibal Mejbri (que se quedaría en propiedad a cambio de 18,5 millones fijos y 1,5 en variables) y el ahora lesionado Lucien Agoumé (8). El único que genera dudas es Boubakary Soumaré, aunque en ningún caso el Sevilla hará frente a los 15 kilos recogidos en su contrato, si bien gusta mucho al director deportivo y cada vez más al resto. Con muchos condicionantes, Orta se plantearía un esfuerzo postrerísimo por el franco-senegalés, intentando renegociar con el Leicester las condiciones del trato. Ayudaría que los ingleses se quedasen en la Championship, aunque no se antoja probable, ya que son líderes a estas alturas. Además, el salario del pivote, que perdonó una buena cantidad de los 4,85 netos que percibe en los 'Foxes', sería otro escollo, por lo que, a día de hoy, es una operación inviable.
Renovaciones sin gran coste como las de Nyland (que se tramita en las últimas semanas), Isaac o el mismo Ramos, fichajes sin traspaso de por medio, préstamos de clubes potentes y promociones desde el Sevilla Atlético se establecen como prioridades para que la 'limpia' de los descartes y un poco de suerte con las ofertas por alguno de sus pupilos constituyen las líneas maestras de un proyecto lastrado, además, por el siguiente plazo de amortizaciones importantes como las del mismo Badé (12 kilos se lleva el Rennes), Sow (10+4 para el Eintracht) y Lukébakio (9+3 para el Hertha de Berlín).