El emotivo alegato de Jesús Navas, en un mar de lágrimas, por su Sevilla

No se puede pedir más. Alegría completa para Jesús Navas, gol de un canterano y emotiva fiesta en Nervión por su despedida. Vuelta de honor, pasillo, besos al césped en el sitio en el que Puerta se desvaneció, palabras para Reyes, el calor de su familia... ¡Qué 'pechá' de llorar! Y encima, victoria del Sevilla FC ante el RC Celta con gol de un jugador de la casa, Manu Bueno, el día que decía adiós al Sánchez-Pizjuán el mejor canterano de la historia del club, la persona que da nombre (¡en vida y en activo!) al campo principal de la Ciudad Deportiva en la que se forjaron sus sueño de niño, cuando el balón casi le llegaba a la rodilla pero no paraba de correr y regatear rivales. Hoy, más de 700 partidos y ocho títulos después, la Leyenda se despedía y dejaba un alegato espectacular.

Su excompañero Antoñito, que le vio debutar, ha sido el primero en preguntarle al capitán, que no ha dejado de llorar y ha pasado duros problemas para articular palabras: "Es bonito el momento y es bonito que estés tú aquí, que viviste los momentos complicados que pasé en mis inicios. Esto es una locura. Me he sorprendido a mí mismo por ganas y coraje. He ganado la Eurocopa a pesar de mis colores y he seguido dando a mi Sevilla títulos y entrega por estos colores. Estoy aquí para decirle a los canteranos lo que supone este escudo, que siempre hay que darlo todo por él, y fíjate los jugadores que están saliendo".

"Esto era mi sueño desde que era niño y mi abuelo me llevaba a los entrenamientos. Ella -llega su mujer para estar y llorar a su lado- sabe lo que he pasado, a veces sin poder ni andar; pero me da igual no poder andar mañana, siempre he querido darlo todo por mi escudo hasta el final y por eso he seguido jugando. Lo que me ha hecho levantarme cada día es poderle dar un poquito más de ilusión a mi Sevilla. Por Antonio y por Reyes, que lo merecen todo. He llevado el '16' por él, por eso he besado el córner -donde cayó desplomado el mítico Puerta- y he levantado los dedos al cielo. Todo esto es por él y por Reyes. Y por mi Sevilla", ha añadido, muy emocionado, como durante todo este partido. Antes, durante y después le ha podido la emotividad.

"He conseguido muchas cosas, pero mi mayor logro es no haber cambiado desde el primer día. He sido siempre el mismo, dándolo todo para que mis compañeros, mi afición y mi familia se sintiesen orgullosos de mí. Lo he hecho por todos ellos, por Reyes y por Puerta", finalizaba el futbolista antes de retirarse al túnel de vestuarios para volver a recibir el calor de sus compañeros y salir en zona mixta a atender a los numerosos medios que ya le esperan. Ha sido un día histórico. El adiós del más grande. De un grande diferente al resto. "Ésa ha sido su grandeza", han coincidido en destacar Joaquín Caparrós, Pablo Blanco y su padre, Paco Navas; tres personas decisivas en su inmaculada trayectoria profesional y personal.