Aitor Torvisco
Cuando el Sevilla FC de Julen Lopetegui iba como un tiro llegar al primer equipo desde los escalafones inferiores era muy complicado. Una Europa League ganada en 2020, unas semifinales de Copa del Rey en 2021, tres clasificaciones seguidas para la Champions League... En las maduras, todos los canteranos aceptaban ese techo de cristal que les dificultaba mucho crecer en el club de sus amores. Era lógico. Qué se le iba a hacer. Es que el club ha crecido muchísimo en las dos últimas décadas. No es fácil eso de salvar la enorme distancia entre la Primera división y la Segunda RFEF en la que compite el Sevilla Atlético... Se esgrimían mil razones y todas ellas bien armadas de razón. Sin embargo, molesta menos no probar la miel que tenerla en la boca y que te la quiten de repente.
Y es que ese enorme salto que evidentemente hay entre el primer equipo y el filial dejó de ser un obstáculo cuando las circunstancias adversas lo exigieron. En la plaga de bajas sin precedentes que ha sufrido casi de manera constante el Sevilla en las dos últimas temporadas, con no más de 13 ó 14 jugadores profesionales de media, los canteranos han solventado una dura papeleta. ¿Que le faltan horas de cocción -por favor, entiéndase el símil-? Pues claro que sí, pero dieron la cara, compitieron y rindieron mejor que muchos profesionales de sueldo grueso. Se dejaron la piel. Sin ir más lejos, con sus carencias y su necesario aprendizaje, han demostrado mucho más en Nervión José Ángel Carmona y Kike Salas que Nianzou o Marcao, que además han costado unos 35 kilos.
Mientras Nianzou sigue teniendo esas horas de aprendizaje que no se les conceden a los canteranos, Carmona se ha marchado cedido al Elche CF en este mercado invernal; el CD Tenerife está esperando a ver si Monchi logra firmar a un central zurdo para hacerse con el préstamo de Kike Salas, que coincidiría en la isla canaria con el delantero Iván Romero; y hoy mismo se hizo oficial que el FC Vizela de la primera división portuguesa se hace durante los próximos seis meses con los servicios del mediocentro Pedro Ortiz, capitán del filial.
José Angel, Kike, Iván y Pedro son cuatro de los nueve canteranos que Julen Lopetegui citó habitualmente para las convocatorias del Sevilla FC en el tramo final de la 21/22 y del inicio de la 22/23. De los otros cinco, cuatro salieron en verano y sólo quedaría Nacho Quintana, porque el portero Alfonso Pastor pagó el 'derbi del palo' y ahora está en el Castellón; el talentoso mediapunta Luismi Cruz, uno de los chavales que asumieron el lanzamiento de penaltis en la agónica tanda copera con el modesto Andratx, juega ahora para el Barcelona B; el polivalente centrocampista Juanlu Sánchez, otro de los jóvenes que dieron la cara en aquellos meses complicados, recaló el pasado verano en el CD Mirandés; mientras que el extremo Antonio Zarzana acaba de firmar por el CD Numancia después de pasarlo muy mal en su primera cesión en el Marítimo portugués.
"Después de tres meses muy duros me vuelvo a sentir futbolista. Darle las gracias a mis compañeros, directiva y afición por el recibimiento que tuve estos días, gran trabajo de todos en un campo complicado. ¡Vamos, CD Numancia!", se sinceraba en su cuenta de Instagram Zarzana, que empezó jugando los siete primeros partidos de la liga lusa y luego desapareció de las alineaciones e incluso de las convocatorias, hasta el punto de no volver a jugar ni un solo minuto desde mediados de septiembre. El pasado fin de semana salió los últimos 10' y debutó con el conjunto soriano ante el SD Logronés.
Recapitulando. De los nueve canteranos habituales con el primer equipo entre 2021 y 2023, que son diez si metemos en ese grupo a Carlos Álvarez, promocionado ya por Sampaoli, se han marchado siete, uno más (Kike Salas) podría hacerlo en los próximos días y únicamente seguirían en el club Nacho Quintana y el propio Carlitos.
Si el Sevilla FC siguiese funcionando como un tiro, pues cabe insistir en que sería del todo lógico esta decisión de la entidad de darle salida a todos sus 'cachorros'; pero en momento de profunda crisis institucional, económica y deportiva, sin dinero para fichar, en una planificación en la que no han salido bien ni los fichajes ni las cesiones y con fichas 'ocupadas' por jugadores como Nianzou, Januzaj o Suso (o antes Isco y Dolberg)... Así cuesta mucho más entender esta "dura" realidad de los canteranos del Sevilla FC. Que sí, que no tendrían el nivel que se le debe exigir a este equipo, de acuerdo, pero muchos profesionales tampoco. A lo mejor es un pensamiento de antigüito, pero si en momentos tan malos tampoco confías en los que sienten el escudo y la camiseta... ¿Entonces cuándo?