El partido de ayer en Balaídos volvió a evidenciar que a este Sevilla Fútbol Club todavía le falta para ser regular y no sufrir tanto como lo hace durante cada encuentro. Tras una errática primera parte, los de Jorge Sampaoli salieron con otra cara muy distinta en la segunda, empatando y pudiéndose haber llevado el partido con ocasiones clara para darle la vuelta al marcador, pero al final, un punto que sigue siendo escaso para un equipo en descenso, no es tan malo si es capaz de sumar los tres en la próxima jornada frente al Getafe.
Son muchos los problemas defensivos que tiene este Sevilla, y no sólo por falta de jugadores, sino también por falta de concentración en acciones puntuales, como en la del gol de Gabri Veiga. Ayer no estaban disponibles para el técnico ni Nianzou, sancionado, ni Marcao ni Rekik, lesionados. Eso obligó a Sampaoli a poblar la defensa usando a Gudelj con los centrales canteranos José Ángel Carmona y Kike Salas. Loïc Badé ya pasó reconocimiento y está a la espera de que comience 2023 para ser anunciado oficialmente y poder entrenarse con sus nuevos compañeros, pero no será el único central que llegue a Nervión.
En los últimos días ha sonado con fuerza el austriaco Aleksandar Dragovic, del Estrella Roja, aunque no parece que sea un jugador que le pueda servir a Sampaoli, tal y como dejó caer en la rueda de prensa previa al partido de Balaídos. "Por los problemas que hemos sufrido con las lesiones de Marcao, Rekik y Telles necesitamos buscar un perfil zurdo. Dragovic es un central diestro que puede jugar en la izquierda, pero que no tiene esa capacidad para jugar de lateral izquierdo y es algo que necesitamos. Marcos Acuña va a tener que jugar contra el Celta porque es el único que tenemos, pero sólo lleva dos entrenamientos. Ya digo que yo no tomo decisiones sobre los nombres", señaló el argentino al que, como a Monchi, le gusta mucho el nombre de N'Dicka, aunque desde más arriba parecen que le instan a cambiar de objetivo ya que no están por la labor de hacer mucho dispendio económico.
Así, ahora ha sido el propio Dragovic el que se ha pronunciado sobre su futuro con una declaraciones en consonancia con el técnico del Sevilla, posiblemente ya informado también de que el interés nervionense se ha enfriado ante las palabras de Sampaoli, por lo que no piensa forzar su salida del conjunto serbio. "Mi sueño de niño se hizo realidad. El Estrella Roja es más que un club para mí, es imposible que esté insatisfecho en mi amado club. Quiero jugar la Champions con el Estrella Roja y ahora mismo solo pienso en esa dirección", ha reconocido Dragovic en una entrevista para el medio serbio Danas, descartando así cualquier posibilidad de salir.
"El deseo de mi vida era jugar con la camiseta rojiblanca de Belgrado, ahora se ha hecho realidad. Es normal que a los clubes les interese, pero no pienso en ese sentido. Soy un jugador del Estrella Roja y mientras sea así no haré comentarios sobre los rumores", finalizó.