Alejandro Sáez5 min lecturaMás vale tarde que nunca, pensarán en el seno de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en particular, y del fútbol femenino español, en general. La cascada de acontecimientos que en las últimas fechas genero el beso (no) “consentido” de Rubiales a Jenni Hermoso durante la entrega de medallas tras alzarse España campeona del Mundo en Sidney no ha hecho más que empezar.
La madrugada en Oliva (Valencia) ha sido vertiginosa, con reuniones entre las internacionales, la RFEF y el CSD. ¿El acuerdo? Que habrá cambios inmediatos en las estructuras de la Federación, y no sólo en peones, como los vividos inicialmente en el departamento de comunicación. Un detalle curioso, pues ante la solicitud por parte de las jugadoras de hacer cambios en comunicación y marketing, la respuesta fue quitar del día a día a varias de las personas que compartían trabajo de campo con ellas. La solicitud, sin embargo, iba enfocada hacia más arriba, y no contra los profesionales de a pie.
En cualquier caso, por el momento se mantienen figuras de peso como Rafael del Amo, Ana Álvarez o la seleccionadora Montse Tomé. No ocurre lo mismo con Andreu Camps, secretario de la RFEF que estuvo junto a Rubiales en la asamblea en la que se negó a dimitir y se marcó un discurso que señaló a muchos, entre ellos un Luis De la Fuente al que se le pudo ver aplaudiendo en más de una ocasión junto al ya destituido Jorge Vilda, ex seleccionador femenino y Campeón del Mundo con la selección española.
Es decir, que los cambios en las estructuras irán más allá del fútbol femenino. O al menos esa es la promesa. En cualquier caso, parece que no salpicará en nada al fútbol masculino y a la selección absoluta en particular. El señalado Luis de la Fuente ya se encargó de pedir disculpas públicas en rueda de prensa y en argumentar sus aplausos con más o menos fortuna. Poco o nada convenció a la opinión pública española, pero sí al núcleo duro de la RFEF, para el que es prácticamente intocable siempre que los resultados acompañen.
Y los resultados y las sensaciones durante los partidos ante Georgia y Chipre en este mes de septiembre han acompañado. De ahí que poco a poco De la Fuente vaya ganando enteros, surfeando la ola de la polémica hasta el momento. Por ahora, su puesto no corre peligro.
En cualquier caso, son varios los sustitutos que ya le colocan en los mentideros. Entre ellos, un Julen Lopetegui que ha dejado el Wolverhampton por falta de entendimiento con los propietarios, a los que ya no le interesa invertir más de la cuenta. El vasco ya ha dicho ’no’ al Villarreal, que se ha decantado por Pacheta, optando por seguir en Inglaterra y poder hacerse con un nuevo banquillo de la Premier.
Sin Rubiales en la ecuación, Lopetegui podría ver con buenos ojos un retorno a la Selección, de la que salió de manera inesperada al filtrarse su fichaje por el Real Madrid.
Otro nombre vinculado con el banquillo de la selección es Marcelino García Toral, que deja el banquillo del Marsella, con el que había comenzado la temporada tras haber estado esperando el curso pasado una opción que le convenciera. Su primera opción siempre fue la Roja, como recambio de Luis Enrique. De ahí que esperara hasta después del Mundial de Qatar; una ilusión que se vendría abajo con el nombramiento de Luis de la Fuente por parte de Rubiales. Ahora, una vez que se confirme su salida del Marsella, vuelve a estar disponible.
Los cambios en la Federación podrían acelerar en un futuro lejano el cambio, también, en el banquillo de la Roja. Algo que hoy por hoy, sin embargo, se antoja poco probable. En cualquier caso, las quinielas sobre el sustituto de Luis de la Fuente siguen abiertas. Será cuestión de que los próximos resultados lo alimenten más o menos.