Rodri Ríos y Sergio Arribas, dueños del gol en Primera Federación

Todas las competiciones ligueras se encuentran actualmente en su momento más importante, con todo por decidirse tanto por arriba como por abajo. Especialmente interesante está la Primera Federación, tercera categoría del fútbol español, sobre todo el Grupo 1. La AD Ceuta FC es el mejor equipo de la categoría en toda la segunda vuelta, encadenando 14 partidos consecutivos sin conocer la derrota y abandonando los puestos de descenso tras la jornada 32 del campeonato. Buena culpa de ello la tiene Rodri Ríos y sus goles.

El delantero del Ceuta es uno de los nombres de moda del fútbol español, siendo el máximo goleador de la Primera RFEF con 17 goles en 19 partidos, unos números estratosféricos, sin contar los tres goles que lleva en la Copa del Rey. Sus últimos dos tantos los anotó este domingo ante el Badajoz, unos goles que están ayudando a los 'caballas' a luchar por la permanencia, algo que parecía una quimera en el mes de diciembre, cuando sólo tenían 7 puntos y eran colistas.

Sergio Arribas, delantero del Real Madrid Castilla, es el otro gran goleador de la categoría. Con tan solo 21 años, el ariete madrileño lleva 15 goles esta temporada en 30 partidos.

"Arribas está haciendo una gran temporada. Le costó quedarse este año en la categoría porque él sentía que se había terminado su etapa. Se ha quedado y está demostrando cada día más", dijo Raúl González, técnico del Castilla, tras ganar esta jornada al filial del Celta de Vigo (3-0) con un doblete de Arribas y otro tanto de Carlos Dotor.

"Es un jugador que está creciendo y que ahora sí se le está terminando su proceso en el Castilla, pero vamos a ver qué pasa en estas seis jornadas. Depende dónde esté el Castilla y depende de quién se quede en el primer equipo, a lo mejor tiene opciones. Y, si no, tendrá opciones de ir a Primera División, sin ninguna duda", indicó Raúl.

Rodri y Arribas son dos futbolistas totalmente distintos, uno que está aprovechando en el Ceuta la experiencia de sus 32 años y otro que sueña con que el filial blanco le permita dar el salto al primer equipo o jugar en Primera División. Ambos tienen en común el olfato goleador y la importancia en sus equipos, quienes también pelean por objetivos antagónicos.