Complicadísima situación la que vive el Real Valladolid. El club que presidente Ronaldo Nazário parece estar abocado a un descenso a menos que en los últimos meses de competición son panorama experimente un cambio drástico. A la inestabilidad institucional y a los problemas de juego, se le suman ahora decisiones arbitrales cuanto menos dudosas que caen en contra suya.
Eso es lo que piensa el propio club, que ha emitido un duro comunicado contra el arbitraje sufrido el pasado sábado en el encuentro ante el Celta, en el que compitió bien, pero un penalti a favor de los vigueses les acabó dando los tres puntos. “Tras lo sucedido en el partido del sábado en Zorrilla, desde el Real Valladolid hemos compartido como Club una reflexión con el Comité Técnico de Árbitros, con la Real Federación Española de Fútbol, con LaLiga y con todos los estamentos del mundo del fútbol, con el fin de aportar a la mejora deportiva de la competición y de las condiciones de igualdad entre todos los participantes en la misma”, empezaba diciendo el texto difundido por la entidad vallisoletana.
"En primer lugar nos sorprendió que el llamamiento al colegiado por parte del VAR se realizase en forma condicionante bajo la fórmula “revisar una mano” que es contraria a lo habitual “revisar jugada” y al espíritu del propio videoarbitraje, una herramienta de ayuda y no de condicionamiento previo al árbitro. Es evidente que adelantar en la solicitud de revisión la solución no resulta garantía para que la misma se realice en condiciones de máxima objetividad. Asimismo, lamentamos la ausencia de diferentes planos procedentes de diferentes cámaras en la revisión de la polémica jugada. Esa combinación de varias posiciones en el estudio de este tipo de jugadas no solo es lo habitual, sino que es una garantía de ayuda para el colegiado que ha de tomar la decisión final. En la medida en que esos análisis puedan producirse desde el mayor nivel de información posible, el resultado de los mismos será siempre más objetivo, menos discutible y, por tanto, mejor”, continuaba el comunicado.
Por último, no han pedido nada descabellado, y es una “unificación de criterios”, la cual debería ser una “realidad y no una proclama carente de realidad en el tiempo”, decía el club, a lo que añadía que “solo fijando unos criterios claros, manteniéndolos estables en el tiempo y universalizando su aplicación podremos ofrecer a todos los profesionales (jugadores, árbitros y comités) las herramientas suficientes para desarrollar su labor en un escenario de estabilidad y objetividad”.
Acababan manteniendo su “claro compromiso” con el crecimiento de LaLiga EA Sports, con la colaboración de todas las partes implicadas y “con la exigencia de objetividad y transparencia que refuerce la confianza de todos en un desarrollo satisfactorio de nuestro deporte”.