Hace ya varias temporadas que Martin Odeggard se marchó de nuestro fútbol para dar el salto a la Premier League. Tras quedarse sin hueco en el centro del campo del equipo blanco aceptó la oferta del Arsenal para encabezar un proyecto ilusionante que esperaba resultados futuros. Ahora, después de tres temporadas en el Emirates Stadium, parece que está consiguiendo destacar, encabezando al equipo de Mikel Arteta. El jugador ha repasado toda su trayectoria como profesional, incluso su pasado en la Real Sociedad, un equipo al que le guarda mucho cariño.
Odegaard se ha convertido en el capitán de un Arsenal de Mikel Arteta que está dispuesto a asaltar la Premier League esta temporada. El noruego lleva la batuta del juego de los gunners. Una batuta que le hubiera gustado llevar vestido de blanco, pero que finalmente no pudo darse debido a la competencia que tenía por delante cuando se marchó de Madrid, que no era cualquier cosa.
El noruego repasó su carrera como profesional a través de una carta emitida hacia el portal The Players’ Tribune. "Desde muy pequeño tuvo la oportunidad de poder elegir dónde jugar gracias a su calidad con los pies: Mi papá manejaba todo con los clubes, y había muchos. Fuimos a Bayern, Dortmund, Man Utd, Liverpool, Madrid, Arsenal también. Nos llevaron en aviones privados y nos hicieron sentir especiales. Estuve cerca de elegir al Arsenal", decía el jugador.
No tardó en tener claro cuál iba a ser su destino, debido a su gran ídolo: “Lo hablé mucho con mi papá y el resto de mi familia. Al final, el Madrid es el Madrid. Eran los campeones de la Champions League con los mejores jugadores del mundo. En ese entonces, amaba a Isco, era tan suave con la pelota”.
Martin quiso acordarse de manera muy especial de su estancia en la Real Sociedad: “La Real es un club increíble en una hermosa parte del mundo, con aficionados que están muy conectados con su equipo. En cierto modo, la cultura vasca se parece más a la noruega. Las personas son más reservadas por fuera, pero una vez que te toman en sus corazones, son muy cariñosas y protectoras. Te conviertes en uno de los suyos. Me encantó”.
Incluso estando lejos, Odegaard demostró el porqué quería jugar allí, a pesar de no mostrar el nivel que a él le hubiera gustado: “No jugué a mi mejor nivel y después no tuve muchas oportunidades más. Apenas nada. Mientras tanto veía a la Real en la televisión pensando 'todavía podría haber estado allí'. Estuve pensando mucho en eso”.