El encuentro arrancó con el Real Madrid queriendo tener el control de la pelota, buscando romper a la defensa contraria, pero sin perder la paciencia. Sin descuidar la parcela ofensiva, ya que los italianos podían ser de lo más incisivos, los de Ancelotti generaron una presión alta casi desde el principio que asfixiaba a su rival. No tenían demasiadas opciones los visitantes, que estaban generando demasiadas faltas al principio, con el objetivo de tratar de frenar a sus adversarios, superiores en la primera fase del duelo.
Cogía, con el paso de los minutos, velocidad el partido, en el que el Real Madrid quería tener aproximaciones de gran peligro. Se aprovechaba de los espacios el cuadro de Ancelotti, que necesitaba de más precisión para poder adelantarse en el marcador. De forma gradual, fueron generando llegadas, y eso era una buena señal para los que ejercían como locales, ya que desactivaban a los atacantes contrarios. Sin perder el control, porque la Atalanta, que no perdía la cara al partido, buscaba romper las líneas en defensa, el campeón de Europa quería dar un paso más.
Eso sí, la Atalanta no fue un ‘convidado de piedra’. El cuadro de Gasperini tuvo buenas ocasiones, incluyendo un larguero, tras un remate desviado por Militao, y puso, en ciertos momentos, contra las cuerdas a los de Concha Espina. Era un momento clave del choque, y, por ello, Ancelotti no debía permitir que el mismo se le fuera de las manos. Con el paso de los minutos, los suyos fueron recuperando el control y ganaron cierta tranquilidad sobre el terreno de juego.
Esta primera parte finalizó con cierta incomodidad por parte del cuadro de la capital de España, que no pudo arrollar a una Atalanta que mostró una gran versión sobre el terreno de juego. En el descuento, tuvieron los blancos su aproximación más clara. Rodrygo, bien habilitado, ya que Bellingham, en fuera de juego, no interviene en la jugada, estrella la pelota en el larguero, teniendo la ocasión más clara para los de Ancelotti.
Tras el paso por los vestuarios, la Atalanta tuvo una de las ocasiones más claras del duelo. Pasalic, con un gran cabezazo, se quedó cerca del 0-1, pero Courtois, en una acción ‘marca de la casa’, realizó una gran parada para evitar la diana de los de Bérgamo, que mandaron un claro aviso a los pupilos de Ancelotti. Se quedó algo noqueado el Real Madrid, que debía reaccionar cuanto antes si no quería dejarse llevar y permitir que su rival se hiciera con el premio.
Finalmente, el cuadro blanco se adelantó en el marcador. Fede Valverde, a placer, remató la gran jugada de Vinicius, quien desquició a la defensa rival, siendo clave para este primer gol de los merengues, que respiraron aliviados.
No tardó demasiado el Real Madrid en sentenciar la final y poner tierra de por medio. Por ello, Mbappé se convirtió en el gran protagonista. Tras una buena recuperación, la pelota, por velocidad, termina en las botas del francés, que no falla y estrella el cuero en el fondo de la red. Gracias a esto, el cuadro merengue pudo respirar con más tranquilidad todavía, consciente de que la final ya era suya. Tras el paso de los minutos, pudieron alzar su sexta Supercopa, la cual convierte al técnico italiano en el más laureado de la historia merengue.
2- Real Madrid: Courtois; Carvajal (Lucas, min.88), Militao, Rüdiger, Mendy; Valverde, Bellingham (Ceballos, min.88), Tchouaméni; Rodrygo (Modric, min.76), Vinicius (Arda Güler, min.88) y Mbappé (Brahim, min.82).
0- Atalanta: Musso; Djimsiti, Hien (Palestra, min.89), Kolasinac (Bakker, min.69); Zappacosta (Godfrey, min.62), De Roon, Éderson, Ruggeri; Pasalic (Manzoni, min.89); De Ketelaere (Retegui, min.62) y Lookman.
Goles: 1-0, Valverde (min.59), 2-0, Mbappé (min.67).
Árbitro: Sandro Schärer. Mostró cartulina a Bellingham y Vinicius por parte del Real Madrid y a Ederson y Djimsiti por parte de la Atalanta.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la final de la Supercopa de Europa, disputado en el Estadio Nacional de Varsovia.