El partido entre el Real Madrid y el Girona estuvo lleno de incidentes que captaron la atención de los espectadores. Uno de los momentos más destacados ocurrió cuando Nacho cometió una entrada desagradable sobre Portu, lo que resultó en su expulsión después de que el VAR intervino para revisar la jugada. La intensidad y la fuerza excesiva de la entrada de Nacho generaron una gran controversia en las redes sociales una vez finalizado el encuentro.
No obstante, sorprendentemente, la mayoría de los seguidores parecieron pasar por alto una acción que tuvo lugar en los primeros minutos del partido en el área del Real Madrid. En ese momento, Bellingham, quien estaba en el suelo, tocó el balón con la mano. Según las reglas, esta acción no sería considerada como una falta, ya que su mano estaba en una posición que no debería ser sancionada.
El reglamento es claro en cuanto a este tipo de situaciones: “No se considerará infracción si la mano está apoyada o camino del apoyo. Mano como herramienta de soporte para mantener el equilibrio. Si el jugador cae y la mano o el brazo quedan entre el cuerpo y el punto de apoyo en el suelo, pero no alejadas del cuerpo hacia un lado o en vertical”. Sin embargo, en el caso de Bellingham, las imágenes revelaron que su acción fue completamente intencional y contraria al reglamento.
El jugador del Real Madrid apoyó ambas manos en el suelo segundos antes de tocar el balón, lo que le permitiría levantarse sin problemas. Sin embargo, en lugar de hacerlo, optó por gatear hacia el balón y colocar su brazo, que previamente había estado apoyado en el suelo, en la trayectoria de la pelota. Esta acción fue claramente un intento de engañar al árbitro y al VAR.
Aunque es comprensible que el árbitro en el campo, Pulido Santana, no haya percibido de inmediato la intencionalidad de Bellingham en vivo, Jaime Latre, quien estaba a cargo del VAR, debería haber intervenido y corregido la decisión. La acción de Bellingham fue una clara violación del reglamento y debería haber sido sancionada de acuerdo con las reglas del juego. Esto generó un debate en las redes sociales sobre la eficacia del VAR en la toma de decisiones cruciales durante los partidos de fútbol.
Precisamente este mismo fin de semana en Inglaterra, el Professional Game Match Officials Board reconoció un error del VAR durante el encuentro entre el Tottenham y el Liverpool. El gol de Luis Díaz no subió al marcador, ya que las líneas no estaban bien tiradas. Era posición correcta del colombiano.