Hace justo una década, el Real Madrid escribía uno de los capítulos más gloriosos de su historia al conquistar la tan anhelada "Décima" Champions League en Lisboa. En un partido lleno de emociones, Sergio Ramos se erigió como el héroe al anotar ul gol decisivo en la final contra el Atlético de Madrid, forzando la prórroga en el minuto 93 con un épico cabezazo. Aquella noche mágica, bajo la dirección de Carlo Ancelotti, vio brillar a figuras como Bale, Marcelo y Cristiano Ronaldo, quienes escribieron otra página especial en la historia del equipo blanco.
Pero el camino hacia la Décima no fue fácil. El Real Madrid tuvo que superar grandes obstáculos para alzarse con el título. En la fase de grupos el equipo blanco se enfrentó al Galatasaray, la Juventus y el Copenhague, mientras que en las rondas eliminatorias sus rivales fueron el Schalke 04, el Borussia Dortmund y el Bayern Múnich. Esta memorable gesta en la capital portuguesa marcó la segunda de las tres finales españolas en la historia de la Copa de Europa, todas con el Real Madrid como vencedor.
Diez años después, la noche del 24 de mayo de 2014 sigue grabada en la memoria de los aficionados madridistas como un algo histórico. La "Décima" no solo fue un título, sino un punto de inflexión en la historia del club, cambiando el curso de su historia continental. Tras una larga travesía por el desierto en la máxima competición europea de clubes (12 años desde que consiguieran la “Novena” gracias a una volea de Zidane), este triunfo supuso el inicio de época dorada para el Real Madrid, al que hay que añadir tres Champions consecutivas.
El enfrentamiento contra el Atlético de Madrid en la final supuso una dosis extra de emoción y drama a la temporada. Diego Costa se lesionó en los primeros minutos de encuentro, lo que supuso un duro golpe para los colchoneros. Ninguno de los dos equipos quería cometer errores. Fue un gol de Godín, aprovechando un balón parado, el que rompió el equilibrio y otorgó la ventaja al Atlético en los minutos finales del primer tiempo.
Los rojiblancos estaban controlando el partido sin problemas. Sin embargo, el descanso marcó un punto de inflexión. Ancelotti dio entrada a Isco y Marcelo, y el Real Madrid intensificó su juego y presionó más arriba. El Atlético se convirtió en un muro impenetrable, desbaratando cada acometida de su rival. Cuando todo parecía perdido apareció Sergio Ramos. Luca Modric sacó un córner y Sergio Ramos envió el balón a la red. Su legendario cabezazo en el minuto 93, enviando el partido a la prórroga, se convirtió en un momento inolvidable para los aficionados madridistas en todo el mundo.
Los goles de Bale, Marcelo y Cristiano Ronaldo en la prórroga fueron la confirmación del dominio blanco sobre un Atlético exhausto. Lo que parecía una derrota inminente se transformó en una victoria épica que ha trascendido el tiempo y el espacio.
Diez años después, el 24 de mayo de 2014 sigue siendo una fecha grabada en la memoria colectiva de los seguidores del Real Madrid. Aquella noche en Lisboa no solo significó la conquista de una Copa de Europa más, sino el comienzo de una era dorada para el club, cuyo legado sigue más vigente que nunca, ya que el próximo sábado 1 de junio puede lograr ante el Borussia Dortmund la que sería su 15ª Champions League.