Aitor Torvisco6 min lecturaUnas palabras de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, regaron de pólvora el futbolero barrio de Vallecas y la mecha que lo hizo prender todo fueron las posteriores declaraciones del presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa, alimentando los temores de que el club franjirrojo emigre de un vecindario para el que es icónico. A partir de ahí, el ruido se ha acrecentado en los últimos días y las discusiones de bar han saltado a los pasillos de las instituciones políticas como arma arrojadiza. La oposición exige que el equipo rayista no desaparezca de su habitat natural, denuncian de manera preventiva un cierto tufillo a 'pelotazo' urbanístico y apoyan las protestas de aficionados, que han hecho que la presidenta regional se lave ahora las manos señalando a la directiva y que el alcalde, José Luis Martínez Almeida, trate de apaciguar animos buscando un término medio de difícil encaje en el tablero.
"Estamos hablando con el club para buscar una nueva ubicación, porque cada vez es más insostenible que sigan en Vallecas. El club necesita un estadio adaptado a la realidad actual. Nos dicen desde el Rayo que ya han visto una serie de terrenos y en breve entraremos en negociación. La idea es ceder terrenos y que ellos costeen el nuevo estadio", dijo de manera sorpresiva Ayuso el pasado sábado, en una entrevista concedida al diario As, en la que daba por finalizada la etapa del Rayo en el barrio del que toma su nombre y en la sede en la que reside desde su inauguración en 1976.
Sin embargo, el estruendo que han generado estas declaraciones han hecho que el portavoz del gobierno de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel García Martín, haya rectificado en nombre de la baronesa popular. "Nos encantaría que el Rayo se pudiese quedar en Vallecas, pero no es una decisión de este gobierno, es una decisión que le toca liderar al club", indicó el dirigente del Partido Popular, admitiendo conversaciones a tal efecto con la entidad que preside Raúl Martín Presa.
No ha sido la única opinión institucional que se ha conocido este miércoles. El alcalde de Madrid también ha opinado sobre el espinoso asunto, moviendo la mecedora sin llegar a mojarse demasiado: "Es cierto que el estadio tiene muy pocas posibilidades de crecimiento desde el punto de vista urbanístico, pero también desde el punto de vista de la propia estructura del estadio", ha afirmado Martínez Almeida. "Yo creo que hay que ver todos los factores que están aquí. En primer lugar, que el Rayo está en una situación deportiva importante que le exige tener unas buenas infraestructuras, y que el estadio en estos momentos tiene posibilidades limitadas de crecimiento", ha resaltado, abogando por buscar un acuerdo: "Que desde las diferentes administraciones nos sentemos con el Rayo Vallecano y veamos cuáles son las diferentes opciones que pueda haber".
"Huele a 'pelotazo'", espetó de manera concisa y contundente la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre. Por su parte, Reyes Maroto se ha limitado por el momento a remitirse al comunicado oficial publicado hoy por el PSOE-M para anunciar que ha registrado una moción de urgencia en la Junta de Distrito de Puente de Vallecas para pedir "que se garantice la permanencia del Rayo Vallecano en el Estadio de Vallecas, titularidad de la Comunidad de Madrid", después de que la presidenta deslizase movimientos para mudarse a un recinto nuevo. En el escrito, el grupo socialista instan a la junta y al área competente para que traslade esa exigencia a la Comunidad de Madrid y demanda "que se hagan las reformas pertinentes para asegurar que el Estadio de Vallecas siga siendo el corazón del distrito que late cada vez que juega su equipo en la avenida de la Albuera".
En unas declaraciones recogidas por El Periódico de España, el presidente de la ADRV, Óscar Herrero, recuerda que "Presa lleva tiempo queriendo que, tanto Comunidad como Ayuntamiento, le den un estadio nuevo, puesto que no le gusta nada tener que pagar un canon por usar el Estadio de Vallecas". Este tributo, según el citado medio, ronda los 90.000 euros y se activó cuando comenzaron las obras de remodelación "en las que la Comunidad iba a gastar unos siete millones". "Sacar el campo de Vallecas sería una ruina total. Incluso si se elige una parcela en el barrio, un poco más alejada, me genera incertidumbre lo que pueda pasar", opina, confiando en que al fortín franjirrojo le queden aún muchos pelotazos... pero todos ellos en el sentido más futbolístico de la palabra.