El pasado 25 de marzo se nos encogió el corazón a todos cuando vimos las imágenes de Dragisa Gudelj sobre el césped del Nuevo Arcángel. El central serbio había caído desplomado y solo la rápida actuación de los servicios médicos del club y un cardiólogo que estaba en la grada le salvó la vida al central serbio. Desde entonces ha vivido muchísimas cosas, entre ellas como el Córdoba lo renovaba hasta 2025. 154 días después del gran susto la vida ha cambiado mucho para él, pero no olvida lo ocurrido.
"Estaba perdiendo un poco el conocimiento y después ves más negro y negro y se te cierran como los ojos", comenta el jugador del Córdoba a El Día Después. Además recuerda que pensó cuando volvió a abrir los ojos: "Ese momento vi al presidente, al entrenador, todos en el campo. '¿Por qué están todos ahí?' Ya cuando vi a mi padre en el campo dije 'algo está mal'", recuerda el futbolista que ahora ha vuelto a jugar después de aquel día, aunque lo ve de otra forma.
"Un día que siempre va a estar dentro de mí, como un segundo cumpleaños. Mi padre estaba aquí conmigo, creo que nadie aquí podemos imaginar el sentimiento que él tenía de ver a su hijo muerto dentro del campo", comenta Dragisa a EDD. 154 días después volvió a jugar un partido oficial y lo hizo con un desfibrilador automático en su cuerpo: "No tengo la cabeza en que tengo una máquina por dentro, los primeros días no me lo creía que tenía que poner algo al lado de mi corazón. El primer mes era un 'así no puedo vivir', no podía moverme, cuando el cuerpo se adaptó es parte de mí", recuerda Dragisa Gudelj.
Tampoco olvida qué fue lo que pasó cuando tuvo que enfrentarse a su soledad mental y todo lo que le acababa de ocurrir: "Se te para el mundo un segundo y dices guau, ahí me entró todo en la cabeza. ¿Qué pasa aquí, voy a sobrevivir? Te cambia el objetivo de la vida completamente", cuenta Gudelj a El Día Después. Ahora es el único jugador en España que tiene instalado en su cuerpo un desfibrilador. El caso más conocido a nivel mundial es el de Eriksen, el jugador danés del Manchester United sufrió una parada cardiaca en la última Eurocopa, por lo que para seguir jugando tuvo que vivir el mismo proceso.
"La llamada de Eriksen me calmó muchísimo porque él lleva el aparato ahí. Él sabe lo que siento", comentó un Dragisa que reveló esa charla con el jugador nórdico en la que le hizo sentirse más tranquilo. A partir de ahora es él quien puede servir de ejemplo para otros muchos: "Puedo ser un ejemplo para mucha gente que hay que seguir, no pasa nada, la vida sigue. Estoy seguro que he salido mucho más fuerte como hombre, como futbolista, personalmente, mentalmente y físicamente también", contó el central.
La parte negativa de su vuelta es que su equipo perdió por 2-3 en el Ibiza, pero tras lo ocurrido en marzo volvía a jugar de forma oficial, además en el mismo estadio en el que ocurrió todo. La afición del Córdoba le cantó y él disputó los 90 minutos ante la atenta mirada de su hermano Nemanja (jugador del Sevilla) en la grada: "Mi hermano es todo para mí, es mi vida y gracias a él soy el hombre que soy", concluyó Dragisa Gudelj a El Día Después. Sin duda el fútbol está de enhorabuena tras el regreso del serbio a la competición.