¡Cómo están los máquinas! Y no es una pregunta, sino toda una exclamación. Quién se lo iba a decir al sevillista hace apenas mes y medio cuando Mendilibar cogía este equipo que parecía muerto... Ahora, el Sevilla aunque es décimo, su mejor posición en toda LaLiga, ojo al dato, está a tan sólo un punto de distancia del séptimo puesto que permite jugar la Conference League la próxima temporada, algo totalmente imposible de pensar durante toda la temporada. Pero este Sevilla es otro y lo ha vuelto a demostrar, aprovechando la ansiedad de un rival que cuando estaba más pendiente del árbitro que del juego daba su primer zarpazo.
Y eso que se presentó con tan sólo tres de los titulares de Turín salió en el José Zorrilla, y porque no tenía prácticamente más para rotar debido a las bajas en el centro de la defensa y en la medular. Así, Badé, Rakitic y Óliver Torres repetían de inicio con el resto del equipo totalmente renovado con hombres como Montiel, Rekik, Telles, Gueye, Lamela, el Papu Gómez y Rafa Mir.
La primera ocasión de peligro llegaría a balón parado merced a una falta de Pape Gueye en la frontal del Sevilla. El senegalés no medía bien los tiempos y arrollaba a Kenedy, aunque Monchu acabaría estrellando el balón en la muralla nervionense. La réplica del Sevilla llegaría al momento, también a balón parado, con dos balones medidos de Rakitic pero que ni Rekik ni Rafa Mir aprovecharon con sus remates de cabeza.
Se sacudía el Valladolid la presión de los hombres de Mendilibar con un balón largo donde rascó un saque de esquina que acabó con otro susto local, aunque Badé desviaba el peligroso disparo de Kenedy desde la frontal y de nuevo el Sevilla respondía con la misma moneda. Una recuperación y salida rápida, recordando a la que acabó en gol en Turín sin el mismo resultado, aunque sí acabó en córner y ahí de nuevo la tuvo Rafa Mir... El '12' se lanzaba al suelo en el segundo palo para intentar pescar un rebote de Larin desde el palo contrario pero no pudo darle la dirección entre los tres palos.
Buscaba el Sevilla la forma de salir con rapidez y verticalidad tras recuperar el balón y logró llegar con peligro a la frontal de Masip, aunque sin poder probar sus guantes. Estuvo cerca el Papu tras una pared y también Rakitic con una falta de la frontal y el posterior rechace que mandó por encima del larguero. Ambos equipos nadaban y guardaban la ropa, mostrando por momentos sus colmillos, como lo hizo Larin buscando la directa hacia Dmitrovic pero finalmente Rekik lograba rehacerse para estorbarle y ganarle la partida.
Los últimos minutos se convirtieron en una auténtica locura y un intercambio de golpes. Con un Valladolid que llevaba la iniciativa con más ansiedad que acierto y un Sevilla que estuvo a punto de marcar al contragolpe pero Rafa Mir no acertaba en su remate de primeras ante un Masip que salió de su portería para hacerse grande. Sin embargo, la jugada más polémica del partido estaría todavía por llegar, ya con el tiempo cumplido, con en Turín, el Valladolid tenía un saque de esquina a favor que sacaba en corto, la defensa sevillista repelía el disparo de la frontal y cuando el colegiado Ortiz Arias levantaba la mano para señalar el final de la primera parte, Escudero se sacaba un potentísimo zurdazo que Dmitrovic pudo tocar pero no lo suficiente para impedir que entrara en su portería.
Era gol, pero el árbitro había pitado el final justo un segundo antes de que Escudero impactara el balón su pie izquierdo. No se lo creía ni Escudero, ni sus compañeros, ni Pezzolano ni la grada de José Zorrilla, que veía como su gol llegaba fuera de tiempo por apenas un segundo. Se lio de camino a vestuarios pero la decisión era clara. 0-0 al descanso.
La segunda parte comenzaba con la grada todavía muy caliente por el gol que no subía al marcador en el final del primer acto y con un ambiente tenso. Con todo el Sevilla sobre el campo todavía no aparecía un Valladolid que no sólo salió tarde al campo sino también al juego pues a punto estuvo el Papu Gómez de hacer el 0-1 en una jugada personal que acababa sacando Hongla. Parecía que los locales seguían con la mente en aquella fatídica jugada para sus intereses y eso lo aprovechó el Sevilla con un Rafa Mir que, ahora sí, acertaba a perforar la portería de Masip haciendo bueno el centro de Montiel y rematando con el pecho casi en boca de gol.
Paradójicamente fue el gol en contra lo que despertó a los locales, que comenzaron a encerrar a los sevillistas en su área a base de balones colgados desde las bandas que con mayor o menor apuro, el Sevilla lograba sacar. Telles, muy discreto, se cargaba con una amarilla y Mendilibar movía ficha rápidamente para dar entrada a Acuña y de paso dar descanso a Rakitic. Dmitrovic se lucía en dos ocasiones para el Valladolid consecutivas y a Badé le anulaban un gol de cabeza por apoyarse sobre el rival en el salto.
El partido tenía tantas ocasiones como poca lógica y ahí iba a volver a salir ganando el Sevilla gracias al enésimo robo de Lamela en el centro del campo. El argentino se la daba a Gudelj y el serbio veía la incorporación por su izquierda de un Papu muy sólo que se plantaba ante Masip, lo regateaba y finalizaba con su pierna izquierda para hacer el 0-2. Se anulaban al argentino por fuera de juego, que no se lo creía, pero el VAR corregía la decisión de Ortiz Arias y daba validez al segundo gol de los de Mendilibar.
Los últimos minutos del partido dejaban la preocupante lesión de Pape Gueye, que tenía que abandonar el terreno de juego lesionado y sin poder apoyar su pie derecho. Mendilibar tuvo que sacar a Fernando y también lo hizo poco más tarde con Jesús Navas y el 'Tecatito' Corona, que volvía a jugar después de casi todo la temporada en blanco, pues no jugaba desde la primera jornada de LaLiga en El Sadar. Escudero pudo recortar distancias pero su balón se estrelló en la cruceta pero el que no perdonaría ya en el tiempo añadido fue el 'Tecatito', que volvía de la mejor forma, marcando un gol en una jugada bellísima. El Papu metía el balón con el exterior para que Fernando la dejara de tacón para el mexicano, que recortada y se sacaba un disparo al palo de Masip imposible de atrapar.
El Sevilla se llevaba un meritorio triunfo, otro más fuera de casa, y ya van cuatro desde que llegara Mendilibar, para alcanzar los 47 puntos y situarse a tan sólo uno de la séptima plaza que da acceso a competición europea, demostrando su gran momento de fútbol, algo que parecía impensable hace tan sólo mes y medio pero ahí están los máquinas, como diría David Bisbal, dispuestos a pelear por Europa y meterse en una nueva final europea, algo por lo que lucharán el próximo jueves ante la Juventus.
- Ficha técnica:
Real Valladolid: Masip, Rosa, Javi Sánchez, Torres (Roque Mesa 80'), Escudero; Kike (Ivi Sánchez 59'), Hongla, Monchu (Sergio León 71'), Plata; Kenedy (Óscar Plano 59'), Larin (Tunde 80').
Sevilla FC: Dmitrovic, Montiel (Jesús Navas 81'), Badé, Rekik, Telles (Acuña 67'); Pape Gueye, Rakitic (Gudelj 67'); Óliver Torres (Corona 81'), Lamela, Papu Gómez; Rafa Mir.
Goles: 0-1 (50') Rafa Mir; 0-2 (78') Papu Gómez; 0-3 (94') Corona.
Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias (Comité Madrileño). Mostró cartulina amarilla a Kike Pérez y Torres por parte del Valladolid; amonestó a Telles por parte del Sevilla.
Incidencias: José Zorrilla.