Sevilla
Espanyol
Una remontada que vale una salvación... y algo más. El Sevilla sufrió, estuvo contra las cuerdas con las contras del Espanyol, pero tiró de fe una vez más, creyó en sí mismo y se rehízo a tiempo para llevarse un partido que se le había puesto muy complicado tras los goles pericos en el tramo final de la primera parte. Pape Gueye suplió la baja de Fernando y se ganó una vez más su fichaje en julio.
El Sevilla dominó la primera parte sobre el campo, pero fue el Espanyol el que mandó en el intermedio. Los de José Luis Mendilibar tuvieron el peso del partido, se adelantaron en el marcador y vieron cómo, a la contra, el Espanyol les complicaba hasta darle la vuelta al partido.
Muy pronto amenazó el Sevilla, con una ocasión de Oliver antes del minuto 5 que Pacheco logró sacar in extremis. Pese a ello, el Espanyol demostró que no iba a tener miedo y que, con espacios, era muy peligroso a las contras.
Por fortuna para el Sevilla, el control que asumía les daba pocas opciones a sus rivales de progresar y llegar en superioridad. Y menos parecieron tener cuando Bryan Gil aprovechó un rechace de la defensa espanyolista para adelantar a su equipo mediada la primera mitad. En un principio, Alberola Rojas señaló fuera de juego, pero luego comprobó que venía de un contrario y no de Rafa Mir, como pensaba en un principio, y concedió el tanto.
Con todo en contra, una jugada aislada despertó al Espanyol. Fue otra jugada que requirió del VAR y en el que la mala fortuna acompañaron al equipo que defendía. Fue un centro de Sergi Darder desde la derecha, que tocó en Alex Telles, luego, en Rekik y el balón acabó dentro de la portería de un sorprendido Dmitrovic.
El mazazo no hizo variar al Sevilla, que siguió atacando e, incluso, marcando un nuevo gol, aunque esta vez el fuera de juego de Pape Gueye fuera claro. A esas alturas, Ocampos ya estaba en el campo por el lesionado Suso.
Sin embargo, esta vez el Espanyol no se dejó avasallar y amenazó de verdad a la contra. Primero, con un mano a mano que perdonó Joselu y, luego, con un disparo de Puado al borde del descanso que se alojó el la escuadra de Dmitrovic.
Con En-Nesyri y Acuña en el campo, la segunda mitad empezó con el Espanyol apretando y poniendo nervioso a un Sevilla que tardóunos minutos en despertar.
Lo hizo con balones colgados al área por los que peleaba un siempre vigilado en-Nesyri, Como en ese tramo final, las ocasiones eran para el Espanyol a la contra, en especial, una de Joselu que mandó a las manos de Dmitrovic cuando estaba solo.
Pero, poco a poco, el Sevilla fue encerrando a su rival, con balones de una banda a otra y sorprendiendo en los huecos que dejaba En-Nesyri, Ocampos y Acuña pudieron empatar.
Lo hizo el primero de ellos, pero después de que un pisotón absurdo en el pie de Pape Gueye el árbitro transformara el penalti. El argentino engañó a Pacheco y levantó el Sánchez-Pizjuán.
A partir de ahí sólo hubo un equipo en el campo. El Espanyol pareció olvidarse de atacar y hacía lo posible por evitar que alguna de las entradas por banda acabase en su portería. En-Nesyri seguía abriendo huecos que sus compañeros aprovechaban.
Ocampos pudo marcar, pero su cabezazo dio en el larguero. En la siguiente jugada, a tres del final, Acuña habilitó a Pape Gueye para que el senegalés volviera loco el Sánchez Pizjuán. Un gol que vale más que tres puntos.
Sevilla: Dmitrovic; Jesús Navas, Gudelj, Rekik, Telles (Acuña 46'); Pape Gueye, Rakitic; Suso (Ocampos 32'), Óliver Torres (Badé 90'), Bryan Gil (Montiel 76'); y Rafa Mir (En-Nesyri 46').
Espanyol: Fernando Pacheco; Óscar Gil, César Montes, Sergi Gómez, Cabrera; Denis Suárez (Edu Expósito 81'), Sergi Darder (Vini Souza 60'), Brian Oliván (Rubén Sánchez 66'); Puado, Joselu y Nico Melamed (Bare 81').
Goles: 1-0 (25') Bryan Gil: 1-1 (29') Rekik, propia puerta; 1-2 (42') Puado; 2-2 (69') Ocampos, de penalti; 3-2 (87') Pape Gueye.
Árbitro: Alberola Rojas (Castilla-La Mancha). Amonestó a Bryan Gil, Denis Suárez y Vini Souza.
Incidencias: 35.391 espectadores en el Sánchez-Pizjuán.