En tan solo cuatro días, el Betis ha protagonizado un doble paso atrás en sus aspiraciones europeas en el Benito Villamarín al no ser capaz de superar ni al Dinamo, que espera el jueves en Zagreb con ventaja, ni al Alaves, superior a los de Pellegrini en diferentes fases del juego y que dispusieron de una ocasión en el último suspiro que erigió a Rui Silva en salvador de los verdiblancos.
Los heliopolitanos también gozaron de llegadas relevantes, sobre todo en la segunda mitad, volcado por la derecha, pero le faltó acierto, continuidad y cierta chispa, además de la consistencia necesaria en momento claves, provocado por los cambios del entrenador chileno y que pudo costarle más castigo del que merecía. Urge reflexión y rápido, porque la semana próxima se puede cerrar una de las vías para continuar en el Viejo Continente una vez que este empate le condena a salir de puestos europeos.
Así las cosas, Pellegrini, acechado por las ausencias y golpeado por la baja de última hora de William Carvalho, apostó por un once muy reconocible con una sola novedad con respecto al partido de Liga contra el Cádiz, el debut como titular de Chimy Ávila en detrimento de Willian José, con la intención de ganar en movilidad arriba. Además, en relación a la cita contra el Dinamo, regresaron Sokratis y Fornals, que, al igual que el argentino, no se encuentran inscritos en la competición europea. Así, Fekir ejerció de nuevo de Isco flanqueado por Abde y Fornals.
Con esta disposición, el Betis trató de marcar el ritmo desde el arranque con el control del balón, pero se topó con un Alavés pertrechado en el centro del campo que le disputó el esférico y, sobre todo, otorgaba mayor verticalidad a sus posesiones merced a transiciones rápidas que descubrían las grietas de la contención verdiblanca. De hecho, los vitorianos percutieron a la espalda del doble pivote para encarar con ventaja a la defensa. En una de estas acciones, Samu Omorodion batió en el minuto 2 a Rui Silva, si bien el gol fue anulado por fuera de juego de su asistente, Luis Rioja.
Los visitantes encontraron varias vías para profundizar, entre ellos el costado diestro con Álex Sola, el mismo que utilizaron los verdiblancos para replicar y frenar el ímpetu del rival. Fekir aparecía por este flanco para entenderse con Fornals a la par que Bellerín maximizaba el carril, por lo que, por acumulación de talento, el peligro bético se concentró en la derecha. De ahí partió el centro del franco-argelino que Abde convirtió en un cabezazo que se marchó alto por poco.
El Betis comenzaba a estirarse poco a poco acostado sobre esta banda, si bien no logró empujar hacia atrás ante un Alavés muy atrevido y con chispa que conseguía encontrar con cierta facilidad a su referencia arriba, un Samu al que le costaban controlar los centrales y que penetró en el área a los 20 minutos con varios recortes, siendo clave la intervención de Bellerín.
Abde entra en escena
Con el paso de los minutos, también se activó el carril zurdo, con Abde muy voluntarioso. Primero lo intentó con un disparo lejano y luego habilitó con un magnífico servicio interior a Chimy, brillante en el desmarque pero demasiado dubitativo en la resolución. Aun así, al Betis le faltaba continuidad en su propuesta ofensiva, pero fue creciendo como bloque para frenar las transiciones rápidas de los babazorros con presión y repliegues solventes, lo que en la recta final le otorgó y le permitió afincarse en territorio visitante. Un control que no se tradujo hasta final del primer tiempo en ninguna ocasión clara para adelantarse en el marcador más allá del disparo lejano de Miranda y una cabalgada de Abde.
En cambio, la segunda parte arrancó con una oportunidad muy clara merced a la intensidad con la que regresó el Betis al césped. Fornals activó su visión para servir un balón de gol a Miranda, que remató solo en la segundo palo pero se encontró con una magnífica estirada de Sivera. El Betis abrió el campo, atacando de dentro para fuera con los dos carriles activos y desde la derecho llegó un centro que dejó pasar Chimy para que Cardoso rematara en el área, pero tardó lo suficiente para que la defensa se rehiciera.
El Alavés esperaba para buscar en largo a Samu, capaz de generar por si solo y cuyo disparo en una contra acabó en las manos Rui Silva en su primer intervención, o romper por la derecha con Sola. Estos arranques pausaron el empuje verdiblanco y para solucionarlo Pellegrini movió ficha con el estreno de Bakambu y un cambio táctico, al salir del campo Marc Roca y desplazar al centro a Fornals y a Chimy, a la banda. Cambio ofensivo que debitó la contención y permitió de nuevo a los babazorros deambular en el área bética y probar fortuna con varios lanzamientos lejanos,
Un final de infarto
Eso sí, Bakambu le dio vida a la vanguardia bética con sus movimientos y en una de sus rupturas casi puso de gol a Rodri también recién ingresado en el terreno de juego. Acumuló hombres arriba el chileno con la entrada de Willian José y el congoleño se la dejó a Fekir para que rematara en buena posición y se topara otra vez con Sivera. En la siguiente acción, apareció de nuevo Bakambu con un remate-centro qe no fue ninguna de las dos cosas. Un arreón final que no resultó suficiente para llevarse un partido que pudo terminar en desastre de no ser por la intervención decisiva de Rui Silva a disparo de Benavidez en la prolongación, reflejo de que las dudas exibidas en la Conference continúan y, por ahora, le dejan fuera de Europa.