Aitor Torvisco5 min lecturaEl CA Osasuna se ha ejercitado en la mañana de este lunes en la ciudad deportiva de Tajonar, en la vuelta al trabajo del equipo rojillo tras la derrota por 3-1 del domingo en la visita al Villarreal CF. Como suele ser habitual tras un partido, los jugadores con más minutos se han quedado en el gimnasio realizando trabajo de recuperación, mientras que el resto de futbolistas se han ejercitado en una dinámica sesión con tres bajas por lesión y mucha intensidad, tanto con balón como sin él. No obstante, ni las sesiones de finalización ante la portería, ni los ausentes por motivos físicos han sido protagonistas hoy. La gran noticia ha estado en un detalle muy humano de Iker Muñoz que ha tenido una ejemplar respuesta por parte de su entrenador, Jagoba Arrasate.
Según relata el periódico Noticias de Navarra, la sesión había transcurrido con aparente normalidad, pero Arrasate se había dado cuenta de que Iker Muñoz no estaba bien emocionalmente y de que eso estaba repercutiendo negativamente en su trabajo. El joven centrocampista de Osasuna había acumulado bastantes errores poco habituales y no era la primera ocasión, por lo que todo invitaba a pensar en que su semblante cabizbajo y triste se debía a esos momentos de frustración en los que a uno le salen torcidos todos los renglones, agravado con una pequeña pérdida de confianza al ir desapareciendo poco a poco de las alineaciones.
Tras un inicio de curso en el que renovó hasta 2027 y lo jugó casi todo -y a muy buen nivel-, el mediocentro de 21 años llevaba cuatro partidos seguidos sin jugar ni un sólo minuto hasta que el pasado domingo saltó al césped de La Cerámica para jugar los últimos 13' del choque contra el Villarreal. Sin embargo, no se trataba de nada de eso. Pese a sus esfuerzos por contener sus emociones, Iker estaba a punto de derrumbarse emocionalmente porque está atravesando horas muy difíciles en lo personal por el fallecimiento de su abuelo. La pérdida le está afectando mucho y Arrasate lo notó, como cualquier buen padre, e le dio lo que más necesita un hijo: comprensión, apoyo y cariño.
Según relata el diario pamplonés, Arrasate aprovechó los últimos instantes de la sesión para acercarse silenciosamente y pasar su brazo por la espalda del internacional sub 21 para dirigirle unas breves palabras que hicieron que el futbolista se derrumbase por completo, tapándose los ojos para secarse las lágrimas y dejando por fin salir toda la emoción contenida mientras Arrasate no paraba de arroparle, sin soltar su brazo de su cuerpo y dedicándole gestos de afecto acariciándole la cabeza.
El momento fue captado por las cámaras del citado medio, que añade la conexión especial que hay entre el centrocampista de Villafranca y el entrenador de Berriatua, que ha tenido un elogiado momento que traspasa lo futbolístico y ofrece un necesario recordatorio para no olvidar que esos 22 chavales que corren cada domingo detrás de una pelota ni mucho menos son máquinas impasibles.
#[relacionada;multiple;[proveedor:0;id:430785,427483,427378]]
Al margen de esta escena entre Iker Muñoz y Arrasate, que ha tenido gran repercusión, la primera sesión de trabajo de la semana dejó las ausencias de Darko Brasanac y Kike Barja, quienes un día más se ejercitaron al margen del resto de sus compañeros dentro de los procesos de recuperación de sus respectivas lesiones.
Tampoco estuvo Rubén Peña, quien hoy realizó también trabajo específico tras sufrir molestias musculares en la pierna izquierda durante el encuentro en Villarreal. El equipo rojillo descansa este martes y el miércoles, a partir de las 10:30 horas, regresará a los entrenamientos para seguir preparando el duelo liguero del sábado ante la Real Sociedad en El Sadar.