Febas se resiste a jugar en 1ª RFEF

Al Málaga CF se le complica la salvación. Un empate sin goles en casa ante la SD Huesca (0-0), a falta de cuatro partidos para el final, hace que se complique el sueño de la permanencia en Segunda División. Hoy por hoy, la distancia es de seis puntos, toda vez que faltan doce puntos por disputar. Es decir, de lograrlo será una verdadera gesta. Y uno que lo intenta es Aleix Febas. El centrocampista quedaría libre en caso de que el conjunto malagueño descienda, aunque tiene el foco puesto en la salvación. Así lo demostró en rueda de prensa tras el partido.

A sus 27 años, el mediocentro es uno de los pilares del Málaga. El futbolista, que se vio impotente tras el encuentro, fue el jugador encargado de comparecer en rueda de prensa tras la disputa de la Jornada 38 de LaLiga Smartbank. “Te vas con mal sabor, pero no podemos fallar ahora. Tenemos que ganar los cuatro partidos y ver qué hacen los otros”, afirmó el de Lleida.

Aleix se pronunció sobre el rival. El conjunto aragonés ya está prácticamente salvado, gracias a la gran actuación mostrada en defensa en el Estadio de La Rosaleda: “El Huesca es un equipo muy complicado, diferente a los rivales que nos veníamos enfrentando, porque te deja un poco más el balón, hace el partido un poco más duro y feo”.

Con todo, la salvación sigue siendo posible y mientras las matemáticas den, los jugadores del Málaga CF se niegan a rendirse. Uno de ellos es Febas: “Nuestra obligación es dar el cien por cien y creer, por nosotros, tenemos un vestuario chapeau, todos remamos, aunque no salgan las cosas. Y por la gente, que nos hace el recibimiento y viene al estadio a llevarnos en volandas. Tenemos que intentarlo”.

El futbolista, que tiene contrato hasta junio de 2025, puede quedarse libre este mismo mes de junio en caso de que se certifique el descenso del Málaga CF. Clubes como el Tenerife van tras sus pasos y se muestran atentos a lo que le pase al club malacitano. Si bien, Febas sigue enamorado de la ciudad y de su afición: “A cualquiera le gusta vivir un ambiente así. Ves las caras de la gente desde la ventana, es un poco de responsabilidad. Están detrás tuya y tienes que darlo todo por ellos”. El centrocampista reconoció que “en la cabeza, a veces, depende de cómo lo enfoques, no es bueno porque sales con demasiadas revoluciones o ansiedad. Pero porque quieres darle todo a esa gente que te ayuda y apoya. Nos hacen un recibimiento que a lo mejor ni merecemos. Es difícil de jugar en estas situaciones”.