La temporada de la Unión Deportiva Las Palmas está siendo muy convulsa. En el mes de febrero, su segundo entrenador del curso, Diego Martínez, ya está en entredicho, dado que no ha logrado vencer todavía en lo que va de 2025, algo que es insostenible. El colchón de puntos que consiguieron a la llegada del entrenador gallego ya se ha ido y ahora son los penúltimos de LaLiga EA Sports, con un encuentro importante este viernes ante el Deportivo Alavés, el antepenúltimo.
Dentro de la situación, hay un hombre que ha destacado por encima de sus compañeros, especialmente por su edad. No todo ha sido positivo, pero la temporada de Darío Essugo, a grandes rasgos, dejan intuir un importante jugador para los próximos años. El centrocampista se encuentra cedido en Gran Canaria por el Sporting de Portugal, que ya se frota las manos.
Desde el pasado mercado invernal, el portugués ha aparecido en el radar de algunos clubes grandes de Europa. El último en sumarse ha sido el Chelsea de Enzo Maresca que, según la información recogida por Marca y proveniente de la prensa lusa, está dispuesto a pagar su cláusula de rescisión de 22 millones de euros en el próximo verano.
El plan de los londinenses con el jugador es cederlo al Estrasburgo, a uno de los clubes que forman parte del conglomerado de equipos en el que se incluye el cuadro de Stamford Bridge. Otra de las opciones que barajan es la de que permanezca en el campeonato español, no necesariamente en Las Palmas.
Essugo ha dado muestras de sobra de sus dotes futbolísticas. De eso no hay duda. El canterano del Sporting de Portugal es un despliegue físico total sobre el verde, con una gran capacidad para la recuperación del balón, para el duelo y para el uno contra uno en el plano defensivo. Ahora bien, su carácter es uno de los aspectos a mejorar. El futbolista ya ha sido expulsado en dos ocasiones.
La última fue ante el Betis. Es cierto que la jugada de su segunda amarilla se produce tras un resbalón, pero cuando está en el césped, estira el pie para alcanzar la pierna de Isco. Eso le valió la expulsión en el minuto 61, cuando su equipo estaba compitiendo de manera notable ante un equipo superior. Cuatro minutos después, los verdiblancos hicieron el gol que les acabó dando la victoria.
La anterior fue en el encuentro ante Osasuna, en el mes de junio. Tras una falta que cometió sobre un jugador navarro, el colegiado le mostró la amarilla. Al futbolista portugués no se le ocurrió otra cosa que aplaudir al árbitro, por lo que vio la segunda y, en consecuencia, fue expulsado.
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