La UD Las Palmas ha cambiado radicalmente su imagen desde la destitución de Luis Carrión y el fichaje de Diego Martínez. Con el catalán no conocía la victoria y sólo sumó tres puntos. Ahora la situación es bien distinta. Están fuera de los puestos de descenso sumando 15 puntos con el exentrenador del Granada y Espanyol, entre otros. Buena parte de culpa de todo lo que está pasando la tiene la dupla de delanteros conformada por Sandro Ramírez y Fábio Silva. Con permiso de los grandes (Real Madrid, Barcelona y Atlético) son la más mortífera de la Primera división. Goles, fútbol asociativo y actuaciones para el recuerdo como la presenciada hace una semana en Montjuic.
El portugués Fábio Silva llegó en los últimos coletazos del mercado a Las Palmas. Complemento para la delantera, dejaba el Wolverhampton para recalar como cedido en Gran Canaria. Pronto se afianzó como titular pero su juego no ha comenzado a despuntar hasta el cambio de entrenador. Anotó su primer gol en la jornada 8 frente al Villarreal y los cuatro restantes ya a las órdenes de Diego Martínez. Al Valencia en la fecha 10 y de manera consecutiva ante Rayo Vallecano, Mallorca y Barcelona. Además lo acompaña con dos asistencias, la última frente al Valladolid este pasado fin de semana.
Aún resta más de la mitad de la campaña pero en Las Palmas ya tienen claro que Fábio Silva es un objetivo primordial para el futuro. Está cedido hasta el 30 de junio por los Wolves y deberá volver a Inglaterra una vez finalice la temporada. Con su club tiene contrato hasta 2026, por lo que el verano se presenta movido para sus intereses. Miguel Ángel Ramírez hará todo lo posible por amarrar la continuidad del futbolista pero sabe que no lo tendrá nada fácil.
Con cinco goles y dos asistencias en su haber, ha encontrado su sitio en Las Palmas después de haber pasado de puntillas como cedido en Anderlecht, PSV Eindhoven y Rangers. El año pasado anotó siete goles (uno con los Wolves y seis en el conjunto escocés). En la 22/23 cinco con la escuadra holandesa y un año antes 11 en 32 encuentros en Bélgica. A sus 22 años quiere afianzarse en un equipo y dejar atrás el periplo de cesiones.
El delantero de Oporto fichó en 2020 por el Wolverhampton a cambio de 42 millones de euros. Una cifra demasiado elevada para un jugador que por aquel entonces tenía 18 años y aún no había demostrado nada. Incluso Fábio Silva se opuso a esa venta pero no le quedó más remedio: "Yo sabía que no era el momento. No era mi intención ir al Wolverhampton en ese momento, me quería quedar uno o dos años más en Porto", dijo el pasado mes de junio en una entrevista concedida a los compañeros de Relevo.
Y dio más detalles: "Fui casi obligado. Me dijeron que si no iba me ponían a jugar con el filial, que si no me iba no ayudaría al club porque estaban mal de dinero... No tenía escapatoria. Tenía 18 años y había acabado mi primera temporada completa, pero no jugaba todo, sólamente 15-20 minutos. Quería quedarme en mi club, el Porto, para tener un impacto mayor".
Y dejó claro que no quiere vestir más la camiseta del Wolves: "No es un secreto que no quiero seguir en el Wolverhampton. Ambos estamos de acuerdo, ahora hay que intentar encontrar la mejor situación para que los dos quedemos contentos", dijo en verano. Ese deseo se cumplió y los planes del jugador pasan por quedarse en España: "Me gusta la cultura, el país, el fútbol de la liga... Creo que mi estilo casa muy bien con el español", reconoció.
A expensas de lo que ocurra en el futuro, Fábio Silva ha puesto la primera piedra de su lado para continuar jugando en la UD Las Palmas. Veremos hasta donde es capaz de llegar el conjunto insular por asegurar la continuidad de uno de sus jugadores más influyentes esta temporada. Por lo pronto ya ha debutado con la Selección de Portugal recientemente y su revalorización sigue al alza.