Diego Martínez se ha salvado por la campaña. Su equipo, la UD Las Palmas, iba perdiendo por 0-2 ante el Deportivo Alavés hasta el minuto 89, cuando un penalti por mano de Garcés les ha permitido meterse de lleno en el partido justo cuando más lo necesitaba. Fábio Silva transformó la pena máxima y desató un vendaval ofensivo de los canarios, que acabaron encontrando el gol del empate con u gran gol de Alberto Moleiro en el minuto 94.
El canterano ha salvado a su entrenador pues, además de ir perdiendo con contundencia ante un rival directo, el equipo de Gran Canaria daba la sensación de no tener un plan para hacer daño a los vitorianos. El nivel de los amarillos fue muy bajo, tanto que en las gradas del Estadio de Gran Canaria se escuchó por momentos sonido de viento.
Diego Martínez ha analizado el encuentro en sala de prensa y ha sido crítico pero conforme a la vez: “No hemos ganado y era un partido muy importante y eso está mal, peo es cierto que cómo se ha puesto el partido es un punto que nos puede dar la vida al final de la temporada. La reacción del equipo es la reacción de un equipo que está vivo, que tiene alma, que tiene carácter”, explicaba el técnico de Vigo.
“Nos sentó muy mal el gol (el primero del Alavés). El equipo no tenía confianza cuando perdía la pelota. Por eso vino el cambio, intentamos tener más presencia arriba con dos puntas. Cuando las cosas no te salen hay que buscar soluciones, aunque sea a base de arreones”, ha confesado Martínez, que está en el alambre desde hace varias semanas, pero hoy ha ganado el encuentro cuando ha intervenido con los cambios en el descanso y en la segunda mitad.
“Está claro que no ha sido un buen partido en términos de juego pero sí en cuanto a equipo. Creo que el equipo lo ha intentado gasta el final aunque no ha sido suficiente”, ha espetado el gallego, que ha confirmado que el presidente de la entidad canaria, Miguel Ángel Ramírez, ha bajado al vestuario para mostrarle su apoyo y su confianza para sacar esta situación adelante.
Por último, ha querido insistir en que el equipo sigue vivo y creyendo en que podrán lograr su objetivo: “Creo mucho en este equipo. La gente se deja el alma. El equipo está vivo, fuerte, pero necesitamos ganar. La confianza y el alma del equipo nos va a llevar a conseguir el objetivo al final de la temporada”.