Diego Martínez, el elegido

Diego Martínez, que ya suma diez jornadas sin ganar en LaLiga EA Sports, sigue contando con la confianza de los dirigentes de la UD Las Palmas, que le sigue viendo como el elegido para hacerse cargo del equipo del Estadio de Gran Canaria

Diego Martínez, el elegido
Diego Martínez, el elegido - Cordón Press
Álex MartínÁlex Martín 6 min lectura

La UD Las Palmas no pierde la calma con Diego Martínez. Aunque las jornadas se acumulan y las victorias no terminan de llegar, la entidad canaria no opta, al menos, por el momento, por cortar de raíz con el técnico gallego, quien está contra las cuerdas. No es una situación nada agradable para los amarillos, que buscan revertir cuanto antes la situación. No en vano, hay que tener en cuenta que los que suelen disputar sus encuentros en el Estadio de Gran Canaria ya se han metido en la zona de descenso en el torneo de la regularidad, algo que inquieta a sus directivos, como no puede ser de otra manera.

El empate, en los últimos minutos, ante el Deportivo Alavés, levantando un 0-2 en contra, le ha dado algo de aire al técnico de la UD Las Palmas quien, a pesar de todo, sigue contando con la confianza de los dirigentes de la entidad insular, quienes siguen viéndole como la persona indicada para hacerse cargo del equipo. Esto se desprende de las palabras del director general, Patricio Viñayo, quien ha sido muy claro al respecto.

Diego Martínez, el elegido por la UD Las Palmas… por el momento

A pesar de que ya suman diez jornadas sin ganar de forma consecutiva en LaLiga EA Sports, Viñayo ha querido dejar claro, en una entrevista concedida a Canarias 7, lo que piensa sobre un Diego Martínez que busca reaccionar cuanto antes para poder escapar de las últimas posiciones de la clasificación en un torneo doméstico cada vez más exigente y competido.

“La UD Las Palmas actual es un club que busca la estabilidad en todos los ámbitos. El banquillo no es una excepción. Los relevos se producen con detonantes reveladores. El partido contra el Celta fue uno de ellos. Pero un relevo se fundamenta en algo anterior que se va detectando. En el caso de Diego Martínez y su equipo de trabajo todo el club aprecia su trabajo diario y a un equipo que no ha dejado de competir. Hay partidos mejores y peores, pero el equipo compite. Hablamos de la Primera división española, tal vez la más competitiva del planeta. La situación que vivimos ahora debe entrar, por pura lógica, en el abanico de posibilidades que debemos manejar”.

¿Cuál es el sentimiento existente en la UD Las Palmas?

“Por supuesto que hay preocupación porque la victoria no llega. Pero por encima de ella está la certeza de que el equipo y el cuerpo técnico están capacitados para lograr los puntos necesarios para permanecer. Lo más importante cuando las cosas se complican es ser plenamente conscientes de la situación. Hoy somos el segundo equipo más amenazado por la posibilidad de descenso. Con esa imperiosa necesidad de puntuar hay que competir y gestionar cada partido. Con la ambición reforzada de ganar, pero sin planteamientos a la desesperada. Con la musculatura caliente y la cabeza fría”, apuntaba Viñayo, quien trató de dar las razones de la mala racha en la que se ha introducido el equipo.

“A un conjunto de circunstancias, algunas de ellas incontrolables. Desde un penalti que se falla y pierdes la oportunidad de ponerte por delante en el marcador, hasta expulsiones que te merman considerablemente durante muchos minutos, pasando por lesiones duraderas o recurrentes de jugadores diferenciales. Y cada jornada sin puntuar te va cargando una mochila que cada vez pesa más. Las famosas dinámicas”.

El equilibrio de Diego Martínez

“El mundo del fútbol profesional es tan dinámico que no se puede asegurar nada sobre el futuro. ¿Quién apostaría por una victoria sobre un Barça líder, de un equipo que no gana al colista? Sabiendo esto, Diego nunca se mostró triunfalista en los mejores momentos ni derrotista en esta mala racha. Ese equilibrio casa perfectamente con nuestro carácter de club forjado en los últimos veinte años, bajo la presidencia de Miguel Ángel Ramírez. Siempre querríamos tener a alguien así en el banquillo. Desmitificamos en 2006 la obligación de ascender cuando alcanzamos la Segunda división, conscientes de nuestra debilidad en el fútbol profesional. Lo explicamos y el aficionado lo entendió perfectamente, con una madurez que se le negó durante años, sin necesidad de vender humo. Se desinflaron las urgencias, como acuñó Ángel Cappa, y apoyaron al equipo en aquellas temporadas hasta la última jornada. Sin desmayo. Ahora creemos que el aficionado teme el descenso, como es natural, pero es consciente de que estamos en la pelea que nos corresponde. Y hay que plantar batalla hasta el final. Ya no vale recordar los últimos meses previos a Navidad. La primera vuelta es historia. Ahora estamos en la lucha que cabía esperar. Y hay que repetir lo que dijimos en la previa del partido contra el Valencia: la única lucha que se pierde es la que se abandona”, valoraba sobre un técnico que necesita recuperar cuanto antes las buenas sensaciones con las que terminó el 2024 para conservar su cargo en un equipo que espera una reacción urgente.