La UD Las Palmas se la vuelve a la jugar. Ante la Real Sociedad, que viene de caer de forma cruel en la Copa del Rey, el conjunto dirigido por Diego Martínez no tiene margen de error. Tras haber caído a la zona de descenso en el torneo de la regularidad, el cuadro que suele disputar sus encuentros en el Estadio de Gran Canaria es consciente de que no puede fallar si quiere seguir vivo en la lucha por la salvación. En esa misma línea se mantiene su entrenador, quien pasa un examen prácticamente cada semana, ya que su futuro no termina de despejarse, algo que no es nada positivo para alguien que quiere conseguir un gran objetivo.
Antes del choque ante los de Imanol, que quieren olvidarse pronto de lo que ha sucedido en el Santiago Bernabéu, Martínez, entre otros asuntos, ha hablado de Jasper Cillessen, quien dio el gran susto y que tuvo que ser operado de urgencia tras el duelo ante el Celta de Vigo. Sobre el neerlandés, su técnico se ha sincerado y no ha querido callarse acerca de la situación que está viviendo uno de los pilares de su proyecto deportivo.
"Te agradezco la pregunta porque nos llevamos un susto muy grande. Nos llevamos un susto muy grande. Es un tema complicado porque, cuando la salud está en juego, todo lo demás pasa a un segundo plano. La verdad es que está evolucionando favorablemente; afortunadamente, la operación ha salido bien. Imagínate la incertidumbre: un equipo luchando por los puntos, y uno de sus líderes y capitanes luchando por un tema de salud importante. Y también, hasta que no pasan esas 72 horas y se asienta la operación, esa incertidumbre es grande. Por eso también pongo tanto en valor lo que hizo el equipo durante el partido. Porque muchas veces, cuando analizamos las cosas, las vemos solo desde el punto de vista de lo que va sucediendo en el juego, pero las emociones son muy importantes.
Y el equipo se sobrepuso a un cambio de portero —aunque Dinko salió y estuvo muy bien—, un cambio de uno de tus líderes, sin saber exactamente cómo iba a evolucionar ese golpe… luego un gol en el descuento de la primera parte, y un control emocional importante después de que te anulen un gol. Ese sentimiento de injusticia, con 20 minutos más el descuento por delante… el hecho de que no hubiera —toquemos madera— ninguna acción descontrolada, ninguna reacción emocional impropia… porque ese sentimiento de injusticia muchas veces te puede sacar del partido. Y no estamos hablando de una situación, sino de tres. Por eso le doy aún más valor a lo que hizo el equipo. Luego, evidentemente, Jasper está evolucionando favorablemente, y desde aquí estamos muy pendientes. También el médico —no solo el nuestro, sino el del Celta de Vigo— y las atenciones que está recibiendo en el hospital… en ese sentido, deseamos que esté con nosotros cuanto antes. Estamos muy pendientes de él, pero, claro, todo tiene su proceso. Y a partir de ahí, como comprenderás, esto no va de plazos, esto va de personas. Ojalá, cuanto antes, esté bien. Pero ha sido un susto grande para todos".
"Pues luchador, como unos guerreros. Por eso tiene más mérito. Porque tú vas a enfrentarte a cualquier rival y, evidentemente, ese lastre de no ganar está ahí. Es decir, la cuesta se hace más empinada. Y, a medida que se te van presentando más dificultades durante el partido, el equipo sigue luchando, sigue trabajando al máximo, sigue creyendo en lo que hace. Y ese es el único camino: estar focalizados, trabajar al máximo, creer con toda nuestra gente, empujar positivamente en cada partido para conseguir la victoria. Lo que necesitamos es eso: darle la vuelta con una victoria. Por eso le doy tanta importancia a lo que hace el equipo. Porque es muy fácil abandonarse durante los partidos, es muy fácil perder la confianza en cualquier situación adversa. Y el equipo sigue, sigue, sigue, sigue, sigue... mostrando, por momentos, muy buenas cosas, y en otros momentos, resistiendo. Bueno, es lo que toca".
"Al final, el fútbol es acierto. El fútbol es tener la capacidad, no solo de hacer cosas en una faceta del juego, sino dentro de toda esa amalgama que es un partido: en ataque, en defensa, a balón parado, adelantarte en el marcador, resistir cuando el rival es mejor que tú, aprovechar cuando tú eres mejor que el rival... Todo eso es fútbol. Y más aún en los últimos partidos de la temporada, que suelen ser encuentros más cerrados, donde la gestión de las emociones es determinante. Y bueno, yo creo que el equipo compite muy bien. En el día a día, la verdad es que estoy muy orgulloso de lo que hace, porque se prepara al máximo para cada partido. Estoy de acuerdo en que, independientemente del nivel de los rivales a los que nos hemos enfrentado —por unos motivos o por otros—, han sido partidos de máxima exigencia, y creo que el equipo es competitivo. Termina todo y seguimos progresando, aunque, evidentemente, es una realidad: no está siendo suficiente para ganar. Y lo que el equipo necesita es ganar. Eso es lo que queremos todos".
"El otro día me preguntaban en la previa de Vigo si era bueno haber jugado el lunes. Porque, claro, después de todo, es lunes… y el viernes me preguntaban —no directamente, pero era un poco el enfoque contrario—: 'oye, pues es negativo'. Da igual, es lo que es. Está claro que el estado de confianza en el que vienen es muy bueno, y eso muchas veces es más importante que el posible cansancio que pudieran llegar a tener. Pero, aunque viniesen totalmente frescos, esta es nuestra oportunidad de poder ganar tres puntos, con nuestra gente, con nuestra afición. Todo el mundo alineado. Tenemos que darle motivos a la afición para que luche con nosotros, independientemente de las circunstancias, independientemente del rival. Y eso es lo que queremos todos".