El Granada CF afronta este miércoles el segundo de sus cuatro partidos que tendrá que jugar ya descendido matemáticamente como penitencia por un año muy gris en el que sólo dio muestras de vida cuando ya era demasiado tarde. Los nazaríes ya disputaron el 0-4 ante el Real Madrid conociendo su sentencia y, en sesión intersemanal, visita al Rayo Vallecano como invitado de excepción a la pelea por la última plaza para bajar a Segunda división. Los franjirrojos necesitan ganar o que el Cádiz CF pierda en el Sánchez-Pizjuán ante el Sevilla FC. Se juegan su permanencia ante el equipo de José Ramón Sandoval, juez y parte en su casa.
Si algo ha demostrado Sandoval en su breve vuelta a la ciudad de la Alhambra es que no negocia la obligación moral de ser profesional hasta el último segundo. No obstante, no se juega nada, es madrileño de nacimiento y además entrenó a su ahora rival durante cinco años entre filial y primer equipo (2007-2012). En el campo ya ha dejado claro que peleará por ganar, porque se lo deben a su afición; pero, en lo personal, si tiene que elegir entre desear que descienda el Rayo o lo haga el Cádiz...
"Ya hemos llorado el descenso", dijo el técnico del Granada en la rueda de prensa previa al viaje a la capital: "Es difícil formar un equipo con el descenso matemático, pero vamos a intentar volver a la dinámica de antes del partido de Sevilla, ser un equipo competitivo y con ganas. Al equipo le pido ir a Madrid con espíritu de sentirse ganadores, para darlo todo en un estadio que te embruja y te hace ser menos de los que eres y ante un Rayo que se juega cerrar la permanencia". En este sentido, sobre su condición de juez, garantizó la imparcialidad de su equipo: "Iremos a dar la cara y a sumar una victoria fuera de casa, que es el otro objetivo: cuando golpeamos primero el equipo se siente ganador y ahí se ve la mejor versión del Granada".
Pese a ese discurso de profesional, Sandoval no ocultó que para él "es muy especial volver a Vallecas". "Allí están mi orígenes en todo esto, allí tengo muy buenos amigos y, claro que sí, le tengo un cariño muy grande al Rayo porque fue el club que me dio la oportunidad. El Rayo es un equipo currante que hace las cosas muy bien. Tiene jugadores que desequilibran y que nos van a exigir mucho en progresión y en presión tras pérdida. Si a Vallecas no te adaptas en los primeros minutos has perdido el partido", añadió.
"Los jugadores son humanos y sienten el descenso, pero ya hemos pasado el duelo y estamos muy unidos porque queda un día menos para volver a Primera. Antes, hay que terminar bien la temporada, porque eso ayudará mucho para empezar bien la temporada que viene. Queremos jugar con que el Rayo tiene mucha presión, que nuestro equipo se suelte, ser intensos, ganar duelos y jugar para adelante. Se va a ver un equipo muy competitivo y que puede ganar fuera, que para nosotros es algo muy importante. No vamos a bajar los brazos, no se puede subestimar a un equipo descendido".